VI - Comienzo

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Año 378 del Calendario del Imperio Humano (CIH)

(26 de marzo)

Empecé a levantarme, me dolía la espalada...es como si hubiese dormido en el piso. Me acostumbro a la luz lentamente. ¿Qué es lo que huele tan mal? Apoyo mi mano cerca de donde estoy sentada para levantarme y siento que toco algo áspero. Levanto mi mano y la veo con pedazos de heno... "Ah cierto, estoy en el granero" pensé recordando el día anterior y cómo no pude dormir...

- ¡Eugeo! ¿Estás ahí? - pregunté llamando a mi mejor amigo - ¡¿Eugeo?! - volví a llamar preocupada al no recibir respuesta.

- ¡Aquí estoy! - escuché a Eugeo gritar desde afuera del granero - Buenos días, Alice - me dijo al entrar.

- Buenos días, Eugeo - respondí aliviada de que estuviera bien - ¿Puedo saber por qué no me despertaste? - pregunté levantándome y sacudiendo todo el heno que se había pegado a mi ropa.

- Me levanté hace poco y lo primero que hice fue preguntarle al señor Oliver si había un río en el que pudiese bañarme - relató Eugeo su mañana.

- ¿Señor Oliver? - le pregunté confundida.

- Ah cierto, el señor que nos ofreció posada aquí se llama Oliver - respondió a mi duda.

- ¿En serio? Iré a preguntarle más tarde - contesté yendo hacia la puerta - ¿Dónde está el río? - pregunté mirándolo.

- Yo te guío - dijo caminando afuera del granero.

- Yo te sigo - contesté siguiéndolo hacia el río donde le agradecí y volvió al granero.

Estando sola empecé a desvestirme para meterme al río. Luego de verificar que nadie estuviera cerca por última vez, entré al río. Solo me había bañado una vez así, en casa solía haber un pozo de donde sacábamos agua para bañarnos dentro de la casa. Sentir el agua en este río con un cause tan tranquilo fue relajante y rejuvenecedor, el dolor de espalda por dormir en heno fue desapareciendo...tengo la impresión de que este tipo de momentos serán pocos durante este viaje...

Salí del río al terminar de bañarme, me sequé con una toalla que había traído y me puse mi ropa. Estaba yendo hacia el granero cuando veo a Eugeo sudado y agitado.

- ¿Qué pasa? - pregunté cuando ya estaba lo suficientemente cerca para oírme.

- Las hijas...del...señor Oliver - trató de explicar mientras recuperaba el aliento - están usando...las espadas - terminó de explicar.

- ¿Tenía hijas? - hice una pregunta retórica despreocupada - Espera ¡¿Nuestras espadas?! Tenemos que detenerlas, pueden lastimarse - dije más preocupada.

- Intenté detenerlas, pero tienen mucha energía... - dijo Eugeo todavía algo agitado.

- ¿Hacia dónde se fueron? - pregunté mirándolo fijamente.

- Hacia allá - apuntó hacia la dirección dónde podía ver a dos personas a lo lejos.

- Okay, yo me encargo - dije corriendo hacia donde apuntó - ¡Oigan! ¡Vuelvan aquí! - grité hacia ellas, una de ellas me vio y vino corriendo hacia mí.

- ¡Onee-chan! - gritó corriendo hacia mí - ¡Irina-nee está sangrando! - gritó preocupada.

- ¡¿Qué?! - "Esto es malo" pensé en ese momento y seguí corriendo hasta llegar dónde la chica que estaba llorando - Tranquila, tu hermana va a estar mejor ¿Puedes decirme qué pasó? - le dije tratando de tranquilizarla.

- Estábamos jugando.... con las.... espadas y-y-y yo...herí a I-Irina-n-nee - me explicó entre llantos.

- Tranquila, vamos con tu hermana - le contesté agarrando su mano y corriendo donde la otra chica.

Debería haber sido yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora