Capítulo 3: Se tú mismo

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Felicia detiene el auto, no puedo ver mucho tan solo que es un cruce de caminos a las afueras de la ciudad en medio de ningún lugar, donde el diablo perdió las pantuflas. Aquí estaba sentado con mi suéter favorito en un auto retro, con una chica demente, esperando algo.


― ¿Estamos esperando en un cruce de caminos? Espero que esto no sea nada malo.


―Cuéntame tus secretos, Harry. En esta ciudad puedes comprar cualquier cosa, usando secretos.


― Quiero estudiar artes y pedirle a Peter Parker que salga conmigo.


― ¡Fantástico! Primero enfoquémonos en Parker, es pan comido, se por mi amigo Marty James Watson que reparte pizzas en esta ruta.


Felicia ve a su reloj algunos minutos, le da golpecitos con una uña afilada.


―Justo en un minuto se detendrá su motoneta. Se tú mismo, Harry.


Veo a Peter Parker aparecer a toda velocidad en una motoneta, lleva una mochila térmica, supongo que esto es solo un trabajo temporal para tener algo de dinero, tras la muerte de su tío, las cosas fueron difíciles para Peter, lo vi sumergirse en el mundo de las peleas clandestinas del instituto Wells, organizadas por un par de peleles con demasiado dinero y tiempo libre.


Estuve en un par de peleas, Parker gano un par de veces, si es que se puede contar la noche del accidente como una victoria, dio el último golpe dejando a Harvey en el suelo, noqueado, era un verdadero milagro a Peter solían pegarle antes de clases y después de clases. A veces recibía una triple ración de puños extra.


El extraño accidente inicio con una minúscula chispa que se convirtió en un fuego, en algunos minutos se propago por toda el aula de usos múltiples. Gracias al cielo no hubo ningún herido esa noche... Aunque yo prefiero pensar ese enmascarado carmesí surgió de las sombras para salvarnos.


Bajo del auto pensando en el fuego de esa noche, en el olor de la carne quemada, se me revuelve el estómago.


― ¿Harry Osborn?― Peter se quita los lentes de sol y me ve de arriba abajo.


―El mismo.


―Te imaginaba a cientos de kilómetros de aquí, tal vez en una isla privada, leí en internet que se puso de moda entre los millonarios.


―No conozco a nadie con algo como eso.


― ¿En qué puedo ayudarte? ¿Hiciste una orden que no quieres que sea entregada? Puedo darte una rebanada de pizza, puedo decir que alguien decidió asaltarme― Peter sonríe y de pronto mi corazón comienza a latir más rápido.


―Una rebanada de pizza estaría muy bien. En realidad quería decirte algo... Algo que quise decir desde que fuiste mi compañero en esa excursión durante segundo año.


Peter cruza sus brazos y me ve fijamente. Veo como el brillo de sus ojos aparece nuevamente, no veía esa mirada desde que se ganó el primer lugar en la feria de ciencias, eso fue antes de que asesinaran a su tío.


El uniforme parece hecho a medida, puedo ver como su pecho intenta romper desesperadamente esa camiseta de poliéster blanca. Está perfectamente rasurado aunque siempre recuero a Peter como alguien muy lampiño, no me lo imagino con barba o usando un horrendo bigote.


― ¿Quieres salir conmigo?― Peter se sorprende mucho al escuchar mi propuesta.


―Me halagas, Harry. No sé si yo... Soy de tu tipo.


― ¡Por supuesto que eres de mi tipo! Estuve mucho tiempo pensando en invitarte a salir.


―Solo di fecha y hora, me asegurare de pasar por ti. Lo bueno de ser el chico repartido es que me prestan el auto algunas veces.


― ¿Te parece mañana después de tu turno?― Lo veo directamente a los ojos y creo que ya se su respuesta.


―Me encantaría, Harry. ¿Te quedas en el departamento del Upper East Side?― Ve su reloj viendo como el tiempo avanza.


―Iba a mudarme esta semana, me falta desempacar.


―Puedo llevar una pizza, ayudarte a desempacar, ver una película en Netflix, solo debes encargarte de tener suficientes aperitivos, sabes que me gustan los doritos.

Rainbow [Peter Parker x Harry Osborn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora