Mil Versiones

Estamos Rotos - Emiliaco

A veces los errores, son tan fuertes para romper cualquier relación.

Hace más de nueve meses, ambos pasaron por un momento muy difícil, aunque el que más lo sintió fue Joaquín, incluso tomó la decisión de dejar de trabajar pues se sentía bastante te mal. El rizado lo apoyo, tal como siempre lo hacía.

El que el castaño dejara de trabajar, hizo que Emilio intentará darle todo  lo que ante sus ojos merecía, su lindo esposo; comenzó a trabajar horas extras cada día, para pagar las cenas a lujos restaurantes y los regalos que le daba . Dejándole poco tiempo libre, pero lo poco que le sobraba lo dedicaba a la universidad y a su esposo.

Lo hizo sin tener idea que eso sería un gran error...

Lo que sería una noche para solo ellos dos, se convirtió en la noche en la que se darían cuenta de que tan mal estaban.

Cuando estaban por acurrucarse para ver una película, como era costumbre los viernes. Joaquín decidió ir por el bote de helado, para ya no levantarse después, dejó un pequeño beso en los labios de su esposo, antes de salir de la habitación. En el momento que el castaño cruzó la puerta, su teléfono sonó.

A Emilio le fue sencillo tomarlo para ver que decía. Sabía que Joaquín estaba esperando la confirmación para un trabajo, no era algo muy grande pero si lo aceptaban podría ser una oportunidad para ser cantidato a una empresa, luego de que dejara de trabajar por más de un año.El rizado pensó que sería bueno el que él supiera la respuesta primero, así podría decirsela y ayudarlo, principalmente si la respuesta era negativa, ya que sabía cómo lo iba a debastar y el odiaba verlo mal.

Pero tal vez no fue la mejor idea...

Vio un mensaje de alguien llamado David, al no reconocer el nombre, dio por hecho que si era lo del trabajo, abrió la conversación, encontrándose con que sólo le había mandado un "no puedo" acompañado de un corazón.

Al encontrase algo confundido Emilio decidió leer un poco más, vio que aquel contacto pedía a su esposo que se vieran y arreglaran las cosas, pero el castaño se negaba. Justo cuando  iba a dejar el teléfono, para ir a disculparse con Joaquín por invadir su privacidad, vio un mensaje de parte de su esposo que le hizo entender todo.

"Hoy confirme del gran error que cometi, al intentar buscar alguien más, así que lo lamento pero ya no me busques. "

¿Cómo era posible eso? ¿Por qué intentaría buscar a alguien más? Miles de preguntas pasaban por la cabeza de Emilio, pero nada era más grande que el fuerte dolor en su pecho, y todas las ganas que tenía de llorar.

— ¿Qué pasa cariño? —preguntó el castaño preocupado, entrando a la habitación dejando todo lo que traía sobre uno de los muebles.

— Quiero escucharlo de ti —pidió Emilio con los ojos llenos de lágrimas, intentando evitar romperse, frente al hombre por el que dio todo, para solo recibir una traición— Solo pido que me lo digas de frente, por favor solo dilo, quiero  escucharlo, necesito escucharlo de tu voz para asimilarlo —suplicó, llorando.

— Emi, yo lo lamento, solo que me sen... —fue interrumpido, el castaño sabía perfectamente a que se refería.

— No te pedí explicaciones, solo te pedí que lo dijeras —expresó con cierto enojo.

Emilio, miró por un momento los ojos del castaño viendo cómo estos derramaban lágrimas, quería hacercarse a abrazarlo y cumplir su promesa de que evitaría que aquellos ojos que le encantan tanto, tuvieran tristeza en ellos; pero decidió contenerse.

— Intente buscar a alguien más—susurró Joaquín, rompiéndose en llanto.

Cuando el rizado pidió que lo dijera, pensó que tal vez se sentiría mejor, pero fue todo lo contrario, se sintió mil veces peor, que antes de escucharlo decir esas palabras.