( 19. YES )

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SKIRT
oo. si

❛「 omnisciente 」❜

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❛「 omnisciente 」❜




                 OYE —HABLO DIEGO llamando la atención del viejo —Sabemos que... Estás involucrado en un plan para asesinar al presidente —al instante la mirada de la mayor recayó en el de forma desaprobatoria

—Estuviste en un manicomnio, ¿no es cierto? —cuestiono Reginald, el moreno negó  extrañamente —Aun pareces sufrir de delirios de grandeza y aguda paranoia —su voz sonaba más como un reclamo

—¿Que demonios tiene que ver? —se pregunto la ojiazul en un murmuro inaudible para los demás

—¿Te parece? —pregunto Diego, saco una fotografía de su bolsillo, la extendió a su padre —Explica esto —le pidió, la coloco en la mesa frente a la mirada de Reginald —Eres tu. Dentro de dos días en la plaza Dealey —el del monóculo, curioso, tomo la foto entre sus manos —En el lugar exacto en el que el presidente recibió un disparo

Reginald pareció observar meticulosamente la foto, bajo la mirada expectante de los ocho que estaban ahí, incluido Ben

—Bueno —arratro aquella única palabra que pronunció después de largos segundos —Supongo que lo resolviste —volvio la foto al frente de Diego —Tu, sin ayuda, descubriste mi nefasto plan —eso pareció ser suficiente para el moreno, sin embargo la chica con el sobrenombre de una fruta miró expectante a su padre

Algo simplemente tenía que estar mal si creían que era lo único que se atrevería a decir el hombre del monóculo

—¿Eso es lo que querías oír? —bingo, ahí estaba, la nefasta personalidad de Hargreeves saliendo a la luz. Arrebatando la seguridad que Diego había logrado incrementar en todos estos años —Por que tú misión es hacer el bien, eres el último hombre bueno que nos salvará de caer en la corrupción y la conspiración —nadie se había atrevido a interrumpirlo, y ciertamente, parecía que ninguno lo haría —Ese, es tu fantástico delirio. La triste realidad es que eres un hombre desesperado, trágicamente ignorante de su propia insignificancia, desesperadamente aferrado razonamiento ridículo, más brevemente... Un hombre que necesita ayuda —a este punto, el moreno estaba de vuelta sentado en su silla, con una mirada dolorosa que fácilmente podría capturar hasta la más mínima de las lastimas

Abrió su boca intentando defenderse pero muy difícilmente las palabras salieron de está

—No —hablo con mucho trabajo —No es cierto —logro decir al final, se encogió en su lugar con la seca mirada de Reginald sobre el y la academía sin poder mencionar algo

—El padre del año —se atrevió a hablar la ojiazul, llamando la molesta mirada de su padre sobre ella. Su mandíbula tensa con una fuerte molestia corriendo por su sangre, sostuvo la fría mirada de Reginald sin algún titubeó —¿Es para esto que nos llamaste, Reginald? —cuestiono molesta, este trato de hablar siendo interrumpido por ella —Oh no —rio sin gracia —Ya te escuché lo suficiente para saber que probablemente digas alguna frase sin sentimiento cómo lo hice toda mi vida y como lo volví a hacer unos segundos atrás —sonrio sarcástica, mezclo un poco su bebida con la pajilla azul que tenía en el vaso —Ciertamente me parece sorprendente cómo puedes escupir tanta blasfemia sin problemas, no tenemos más la obligación de aguantar tus delirios de anciano con enfermedades mentales pero como nosotros SI somos seres con sentimientos pues, no lo sé, tal vez nos atreveremos a quedarnos por unos minutos a la espera de que digas algo digno de escuchar —dejo el vaso en la mesa haciendo un ruido fuerte, sobresaltando a Klaus los que estaban a su alrededor —¿Puedes, por favor, dejar de comportarte como un hijo de puta por un momento y tomarte algo con seriedad? ¡Ah! Y Diego SI es un héroe, por lo menos para mí lo es —no despegó sus ojos claros de los de su padre hasta que el viejo rompió el contacto, sin mencionar alguna palabra en contra de lo que ella había dicho

Cinco aclaro su garganta para romper la tensión que se había provocado entre aquellos dos únicos parientes consanguíneos que estaban en el lugar

—Olvidemos al presidente —hablo el pelinegro, acomodó su corbata aflojandola un poco —Habra una guerra catastrófica aquí en cinco días, hay que averiguar cómo impedirla

—¿Guerra? —cuestiono con la mirada en Cinco, no atreviéndose a moverla un poco a los lados, dónde sabía que estaba su hija —Los hombres siempre estarán en guerra en algún lugar

—No una guerra cualquiera —admitio el de apariencia más joven —Hablo del día del juicio final —le aclaro —El fin del mundo

—Bueno, ustedes son los especiales, ¿verdad? —se quedaron unos segundos en silencio —¿Por qué no arman un equipo y hacen algo? —se miraron unos a otros sin respuesta

—Al carajo —hablo Ben antes de correr contra Klaus

—¡No, Ben! ¡Déjalo! —grito la ojiazul al verlo. Klaus comenzó a moverse extrañamente con ambos brazos elevados hacia arriba

Tembló rítmicamente por unos segundos con la mirada fija de sus hermanos en el

—¿Le está dando un ataque? —pregunto Allison

—Seguro es una sobredosis —respondio Diego decepcionado

—¿Y hay que hacer algo? —pregunto Luther confundido

—Demonios —murmuro Alyssa acercándose a él, lo observo de cerca buscando alguna solución —Fantasmita, juro que ya no te molestaremos pero ¡deja a Klaus en paz! —grito de repente

—Klaus, Cherry, no es el momento, ¿que hacen? —murmuro Cinco

—Yo, yo —trato de hablar el castaño —Y-Yo soy —su voz tembló

—¡Dilo de una vez! —exigio Reginald recibiendo una mala mirada de nuevo por parte de su hija

—¡Ben! —exclamo Klaus en un susurro doloroso antes de que el espíritu del asiático saliera de el, ambos cayeron al suelo

Reginald le dio una mirada desaprobatoria al castaño antes de tomar sus cosas y colocarlas debajo de su brazo

—De acuerdo, gracias por venir —se levantó —Ya he visto suficiente —sentenció

—A-Ah yo —Luther trato de llamar su atención sin embargo el viejo siguió caminando, se levantó de golpe de su silla, abrió su camisa rompiendo los botones —¡Mira lo que me hiciste! —exclamo, el hombre del monóculo lo miró —¡Mírame! —reclamo

—Ay mierda —se quejó Cinco dejándose caer en su silla

—Oh dios —solto la ojiazul al ver lo que hacía el rubio, miró sorprendida a Cinco. Reginald giro al pelinegro

—Tu, el pequeño —lo señaló llamando su atención —Y... Ella también —señalo también a la ojiazul sorprendiendola un poco más de lo que ya estaba —Hablar, en privado —salio de ahí siendo rápidamente seguido por los dos de apariencia adolescente

—La cuenta, por favor —pidio Allison al ver qué se quedarían solos




















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author's note:

solo quiero decir que
ustedes con sus votos,
comentarios, mensajes
o solo con darle una
oportunidad a lo que
escribo, me dan una razón
para sonreír cada día.

muchas gracias por 1k
(y un poquito más) en
seguidores, también por
qué ya somos más de 250k
en coffee y esta historia
crece como espuma, no tenga
forma de agradecercelos de
alguna manera (si quieren
algo dígamelo, haré lo que
sea por ustedes (menos darles
dinero por qué yo tampoco
tengo))

estoy sonriendo como
idiota ahora mismo ♡

² 𝙎𝙆𝙄𝙍𝙏, number five.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora