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Día 7: Trabajando

—Pelo que no voy a il Almando, deja de tocal los cojones

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—Pelo que no voy a il Almando, deja de tocal los cojones

—Yun llevas más de un mes sin ir a taller, se que ocupas de fachada el trabajo, pero —aclaro su voz para continuar. —Por favor

—Ta bien

De mala gana se levantó de la comodidad de su cama, el de ojos verdes solo rió al ver como su compañero se molestaba por aquello.

Eran las diez de la mañana y el asiático apenas iba llegando al taller, cosa que no sorprendió en lo más mínimo al jefe ya que siempre llegaba tan tarde sin importar el día.

—¿Me puedes ayudar Yun?

—Clalo Almando —decía de mala manera mientras se acercaba a este—

Se encontraban pintando un automóvil, el pelirrojo sólo pasaba su mano por su frente tratando de quitar el sudor que no dejaba de escurrir por su frente, sin darse cuenta y por alguna razón terminó con pintura en sus guantes entonces al pasar su mano por su frente terminó por pintarla,aquello no pasó desaparecido por el otro mecánico el cual sólo sonrió y negó con la cabeza. Pasaron unas horas hasta que finalmente terminaron con el automóvil.

—Yun, anda acompañame

—¿Ahola que?

Subieron hacia los vestidores, el asiático no acababa se comprender el porque de aquello, pero tampoco se negó, aunque seguía enojado con Armando lo seguiría al fin del mundo.

—¿Qué pasa?

El de ojos verdes no decía nada, sólo sacó un trapo y se dirigió hacia el baño donde lo mojó con un poco de agua, se acercó a Yun y comenzó a limpiarlo.

—Pareces un niño

—¡Yo puedo limpialme sólo!

—Si eres todo un niño —decía mientras reía y continuaba con aquella tarea—

El pelirrojo siguió diciéndole que parara, que el sólo podía, pero el otro simplemente se negaba.

—Extrañaba tenerte en el taller

—Aja —respondía mientras se cruzaba de brazos, se quería ir, pero también quería escuchar a Armando—

—Es que Yun... —aclaro su voz para proseguir, conectó su mirada con el del otro. — Haces que el trabajo no sea tan pesado, es lindo tenerte dando vueltas por el taller

—Ostia —las mejillas de Yun tomaron un color rojo. — Hoy amaneciste n-muy malicon ¿velda?

—¿Seguimos trabajando?

—Bueno —decía para darle un beso en la mejilla al otro—

Cuando los dos estaban juntos el trabajo era más llevadero.

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Pues esto llegó a su fin
muchas gracias por haber leído.

Probablemente traiga un extra.
¿Qué dicen? Y si les interesa podrían
dejar alguna idea ajsja.

Un beso y muchas gracias por haber
leído,no se como agradecerles tanto a.

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