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Era un día más en el taller, se encontraba reparando un automóvil, que tenía varios fallos por lo tanto la mayor parte de su día laboral se baso en reparar aquel auto, se sintió mejor cuando la hora de comer llegó, se quitó sus guantes y lo guardo en uno de los bolsillos. Se dirigió rápidamente hacia el pequeño comedor que tenían, realmente tenía hambre, subió las escaleras y abrió la puerta, observó a Yun comiendo cosa que no le sorprendió demasiado porque este se la pasaba comiendo en todo momento, sólo lo saludo y fue en búsqueda de su comida aunque al hacerlo no la encontró, cosa que lo extraño, rápidamente su mirada se dirigió hacia Yun que tenía una sonrisa en su rostro.
—Ostia que talde es, debo de ilme —decía mientras se levantaba rápidamente de la silla—
—Yun ¿enserio?
—¿Enselio qué?, ya debo de ilme, no tengo tiempo pala esto
—Te comiste mi comida ¿no?
—Pelo que cosas dices —decía bastante nervioso—
—Eres el único que a subido Yun —decía acercándose lentamente hacia el asiático—
—Pol supuesto que no,vi a...
—¿A quién? —decía ya frente al pelirrojo—
—Bueno Almando, un almuelzo más un almuelzo menos —decía con una sonrisa nerviosa—
—Mmm eres toda una rata —lentamente se acercó más su rostro al de Yun el cual ua estaba completamente rojo—
—Hazte a un lado Nadando, ¿no conoces el espacio pelsonal?
No pudo seguir hablando porque Armando comenzó a besarlo, cosa que completamente lo tomó por sorpresa, simplemente lo separó como pudo, sus mejillas tomaron un color rojo.
—¡Pelo que te pasa!
—Me debes una comida —le dijo con una sonrisa—
—¡No te debo nada, malicon!
—¿No? —dijo para tomarlo de las caderas y darle un corto beso—
—Ya basta, que no soy malicon te complo tu comida
Sin más Armando se alejo de este y salió del comedor, Yun no sabía como sentirse, amaba a Armando demasiado aunque le costaba admitirlo y claro que nunca se lo diría y con aquel beso no supo como sentirse. El final de su turno llegó, ya se encontraban con la ropa que normalmente llevaban, Yun simplemente quería evitar aquel tema, pero no podía porque Armando le preguntó que a dónde lo llevaría.
—¿Quieles una hambulgesa?
—Me parece excelente —dijo con una sonrisa—
Sin más salieron del taller y Yun condujo con dirección hacía un burger king. Pasaron un rato agradable en el establecimiento, charlaron de diversas cosas y los dos realmente estaban felices por aquella salida.
—Ojalá más seguido me robes la comida, no esta mal salir a comer contigo