CRECER

CAPÍTULO 2

A veces pienso que la única que me entiende de verdad en esta vida es mi novia. Ella jamás me va a decir que no cuando yo la necesite, aun cuando ella sabe que la engañé con otras mujeres me comprende, aun cuando sabe que corre el riesgo de que puedo aparecer en su casa borracho o drogado a cualquier hora me comprende, aun cuando sabe que estuve preso por… bueno, el punto es que ella me comprende. En el momento en que me estaba por cortar las venas porque me quería morir mi teléfono empezó a sonar. Era Brisa.

-       ¿Zayn estas bien? – Me preguntó.

-       Eh, la verdad, amor, es que no, no estoy bien. Otra vez está pasando. – Le contesté sorprendido por la exactitud del momento.

-       ¿Qué pasó? Yo acabo de tener una pesadilla en la que estabas, otra vez los fantasmas del pasado me persiguen. Vení a casa y hablamos mejor.- Me dijo.

Media hora después estuve parado en la puerta de la casa de Brisa. No es que viva lejos, pero tardé en ir porque primero me quise asegurar de que Sergio no moliera a palos a mi mamá. Además, cuando lloro me quedan los ojos bastante hinchados y muy colorados por eso antes de ir a su casa, me lave la cara y me aseguré de que no se notara que había estado llorando.

Toqué el timbre y esperé que atendiera. Mientras esperaba yo pensaba algo qué decir para evadir la pregunta de qué me había pasado. No me gusta hablar de las cosas que me pasan y sé que está mal porque así voy guardando las cosas negativas y me vuelvo una esponja que ya no absorbe agua sino barro. Va a llegar el momento en el que la esponja no absorba más y es ese al momento que yo le tengo miedo.

-       Al fin nene, te estuve esperando. Pasá. –Me dijo.

Yo tratando de entender por qué me había llamado justo en el momento en que me estaba por quitar la vida le pregunte –“¿Para qué me llamaste?

-       Te dije que tuve una pesadilla sobre mi problemita que vos sabes. –Me contesto.

-       Y… ¿Pero qué soñaste?

-       Soñé que nos peleábamos porque vos me decías que estaba gorda y yo lloraba pero era raro porque yo me veía a mí misma llorando sangre. Las cosas se veían un poco oscuras, o yo no veía muy bien, no sé.

-       ¿Qué más? –Le pregunte preocupándome porque sabía lo que se venía.

-       Yo corría, corría como en un campo, ya estaba sola cuando de repente la imagen del sueño cambió. Yo estaba ahora en mi baño metiéndome los dedos para producirme el vómito y cuando la primera arcada vino me desperté. Yo sé que la arcada la tuve de verdad, eso no fue solo en el sueño. Entonces me levante, marqué tu número y mientras hablaba con vos caminé hasta el baño, me miré en el espejo y de mis ojos se veían las lágrimas de sangre seca que estaban en mis mejillas.

Sorprendido por lo que me contaba solo la abracé, apoyé su cabeza en mi hombro y le prometí que me quedaría con ella esa noche.

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Proximo capitulo: mañana 00hs

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