The Umbrella Academy Preferences,Pedidos [Cerrados]

-𝙳𝚒𝚎𝚐𝚘-𝙷𝚊𝚛𝚐𝚛𝚎𝚎𝚟𝚎𝚜

Esta mañana, cuando te despertaste, notaste que algo andaba mal con Diego. Tenia estos días en los que se deprimiría mucho. Pensaría demasiado en las cosas, se culparía a sí mismo por las cosas y se cuestionaría toda su vida. Cuando te despertaste junto a él en la cama, ya estaba despierto. Llevaba una sudadera con capucha negra con capucha en la cabeza. Miró fijamente la pared frente a él.

"¡Buenos días!" Le dijiste.

Cuando hablaste, lo sacaste de su estado depresivo por una fracción de segundo. Te saludó y luego volvió a mirar la pared. En días como estos no había mucho que pudieras hacer. Todo lo que podías intentar hacer era hacerlo feliz. Así que te levantaste de la cama y te duchaste. Después de ducharse, se puso unos pantalones elásticos y una sudadera. Te sentaste en la cama junto a Diego y lo abrazaste. Él te devolvió el abrazo todavía sin hablar. Sabías que odiaba cuando esto sucedía, quería volver a su estado normal pero simplemente no podía.

La mano de Diego se extendió para sostener la tuya. Le tomó la mano pero luego notó algo. Tenía las uñas cubiertas de sangre seca y estaban muy afiladas. "Diego, tus uñas son un desastre".

"Oh, sí. S-lo siento, realmente no los he limpiado ni nada. Lo haré mañana".

Cuanto más pensabas en ello, ni siquiera recordabas la última vez que Diego se cuidó. Siempre se duchaba y limpiaba sus heridas abiertas, pero eso era realmente. Nunca se sentó y fue atendido. "Siéntate aquí, voy curarte, ¿de acuerdo?"

Antes de que pudiera responder, corriste a tu baño compartido. Encontraste algunas cosas para arreglarle las uñas, productos para el cabello, vendas y algunas otras cosas.  sacaste todo de su escritorio  y pusiste todo sobre el escritorio. Diego solo te miro. Empezaste a configurar las cosas. "T / N w-¿qué estás haciendo?"

"Día de spa", dijiste rápidamente. "Elige uno, uñas o cabello".

Se encogió de hombros, "Uñas, supongo".

Colocaste una silla junto a la cama para que Diego no tuviera que moverse. Agarró un paño húmedo y le limpió la sangre seca de las manos. A continuación, agarró el cortaúñas y le cortaste las uñas, además de limarlas. Diego se quedó quieto durante el proceso. "Ahora", dijiste. "Es hora de la parte divertida".

"¿Cuál es la parte divertida?"

Sonreíste, "¿De qué color quieres?" Había más de quince colores en tu mano que iban del rosa al negro. "No lo sé, normalmente Klaus se pinta las uñas, no yo".

"¡Vamos, Dee! Será solo por un rato y luego podrás quitártelo".

Dudó antes de responder.
"Bb-negro p-p-por favor."

Sabías que iba a elegir el negro. "Quédate quieto, no quiero estropearlo". No es de extrañar que permaneciera perfectamente quieto. Si él fuera el mismo que normalmente, su pierna habría estado rebotando, pero estaba demasiado cansado para eso. "Solo espera a que se sequen, no toques nada".

Ustedes dos simplemente se sentaron esperando que sus uñas se secasen durante unos quince minutos. Sonrió levemente al ver sus uñas, podría no haber sido una gran sonrisa pero fue una mejora.

"¿Y si te peinamos?"

Sus ojos se abrieron de miedo y curiosidad. Él nunca fue de los que realmente cambiaron su cabello.
"¿Qué le haras?"

"¿Qué pasa si hago que parezcaS como eras de niño?"

"Nn-no, no creo que deberíamos hacer eso."

Grace te había mostrado las fotos de cuando era más joven. Su cabello estaba peinado hacia un lado de la cabeza y parecía cubierto de gel para el cabello. Solo imaginarlo te hizo reír.

"¡Diego, por favor! ¿Para mí? ¡Prometo que en el segundo que termine y tome algunas fotos puedes volver a la normalidad!"

"F-bien."

"¡Gracias!"

Pones más gel para el cabello de lo necesario en tus manos. Sería un poco más difícil de hacer porque ahora su cabello es mucho más corto. Después del gel para el cabello, tomaste un peine y empujaste todo su cabello hacia un lado. Hizo una mueca de pavor mientras lo hacías, no estaba esperando el resultado.

Después de que estuvo terminado, dio un paso atrás de su obra maestra. Intentaste no reírte, pero Dios fue difícil. Parecía una versión mucho más adulta de su yo de trece años. No aguantaste más y te echaste a reír.

Había un poco de preocupación en sus ojos cuando se levantó de la cama y se acercó al espejo. Se miró a sí mismo sin expresión, sin saber qué decir.

"¿Te gusta?" Preguntaste sarcásticamente.

"Yo- es ...... es ......... es algo."

Entonces viste una sonrisa en su rostro. No sabías cuánto duraría la sonrisa pero te sentías feliz. Se rió un poquito al verse a sí mismo. Una vez que ustedes dos terminaron de reír y tomar fotos de él con su nueva apariencia, pensaron que sería un buen momento para sacarlo de su día de miseria / spa.

"Si quieres, puedes quitártelo todo ahora".

Su sonrisa desapareció y se quedó allí. "¿C-ca-puedo dejarlo ?
Me sentí g-bien hacer todo esto".

"Por supuesto que puedes dejarlo".

A partir de entonces, cada vez que Diego se deprimía de la nada, ese día se convertiría en un día de spa.