"Ahora que solo tengo a mis hermanos, toca sobrevivir. Norman, te prometí cuidarlos y eso haré"
Escuché unos pasos acercarse a mi, no confiaba mucho en esta gente, así que preparé el cuchillo que escondía bajo mi manga.
-O-o-oli... ¡¿Oliver?!
⋇⋆✦⋆⋇...
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⁘ᴀʟʟ227-461⁘
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—¿Terminaste?
Una pequeña de cabellos plateados salió bajo la cama, asustando al Albino que estaba reposando en dicho lugar.
—¡_______, no me asustes!
—Lo siento, Norman. No era mi intención.
Dijo monótona, estaba por el lado izquierdo de la cama, teniendo a su vista la puerta. Recargo su cuerpo en la orilla de la cama y dirigió su mirada a esos ojos azules cual cielo, que la hacían sentir en calma.
—Ne, Norman... Te haré compañia hasta la noche.
—P-pero ________... Mamá va a notar que no estas en el comedor.
—No importa, quiero estar contigo. De hecho, me das curiosidad.
Aquello tomó por sorpresa al albino, haciendo que se sonrojara por dichas palabras. Pero igual estaba nervioso, más por mamá. A sus ojos, en ese momento la se cabellos plateados le era tierna. Sus mejillas decoradas con un rubor en su rostro pálido, recargada en la cama y sus labios en forma de que estubiera haciendo puchero, le era tierna.
—E-esta bien... Pero no te acerques tanto, te puedo enfermar.
—No importa, soy inmune a las enfermedades.
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Pero no a las fracturas...
—Bribón insolente.
La de cabellos plateados escuchó ser aplastado lo que suponía, una parte del cuerpo del demonio. Sin hacer mucho ruido, se quitó la mochila lentamente para meter su mano en esta con cuidado, sacando aquel cuchillo de gran tamaño. Miró un poco lo que pasaba, estaba en grandes problemas. Esto no se lo esperaba para nada, y no sintió nada en el ambiente.
