...
¿Que hacía?
Se suponía que no debía hablar más de lo debido pero...con ese chico era imposible. El enojo que anteriormente tenía hacia el ya no estaba presente puesto que enojarse y ignorarlo no iba a servir de nada pues ahora eran prometidos, su boda era en unos cuantos meses y no había forma de escapar de ello, lo tenía en claro y eso era un golpe duro para la Uchiha.Siguió sus pasos, firmes e inseguros.
No sabía que decir o hacer en la compañía de aquel chico, las palabras de su abuelo no dejaban de sonar en su mente."No hables a menos que te lo pidan, cumple con sus deseos, y no te opongas a nada de lo que se te pide, así debe ser una buena mujer, eficiente y leal"
En pocas palabras alguien "sumisa y manejable" para su familia no era más que un peón en su juego, donde el premio solo era dinero y más dinero, simple avaricia pura.
Obedeció esas palabras que tanto odiaba desde el momento en que las escucho, contestaba a lo que el rubio le decía hablaba para no disgustar y callaba para no incomodar.
Cuando llegaron a ese lago, ya estaba un poco más relajada "lindo" fue lo primero que pensó, no podía negar que el ambiente era cálido pero a la vez se podía percibir una sensación de vacío en el lugar.
Tomo asiento como se le indico dedicándose a mirar su reflejo en el agua cristalina, se podía apreciar el reflejo de la luna quien ahora se encargaba de iluminar la noche que poco a poco hacia presencia.Mantuvo la conversación con más fluidez con su prometido
¿Que más podía hacer?
Todo iba bien fluyendo como se suponía hasta que menciono esas palabras."Me enamoró de ti"
No esperaba menos, era un tema que fácilmente podía mencionarse entre dos amantes, claro si es que ambos se amaban y querían demostrarlo pero este tristemente no era el caso, su matrimonio no era más que un convenio para garantizar el bien común entre ambas familias.
Sin amor...
Sin tomarlos en cuenta...
Nada, simplemente nada más que un odioso acuerdo.Quería irse, salir corriendo de ahí antes de dar una respuesta a esas palabras las cuales no habían echo presencia en su vida hasta ahora.
¿Cómo unas simple palabras podían alterar todo en ella?
Nadie lo sabia, simplemente causaba nerviosismo en ella, de tan solo pensar que en un futuro ella también diría esas palabras tan "vacías" para darle gusto a lo que pedían los demás, le ponía los nervios de punta, lo que había comenzado con encuentros en su colegio ahora no eran nada comparado a esto.
Una cosa es un amor escolar y pasajero a un compromiso apresurado y ridículamente necesario según palabras de sus progenitores.Nuevamente había titubeado al ejercer palabra alguna, mordió su lengua antes de continuar.
—Boruto sabes que...—comenzo la frase dudosa.—¡¿Sarada?! —una voz profunda había interrumpido fuera lo que fuera que sarada estaba por decir.
—¿Shu?...¿qu-que haces aquí?—su rostro estaba lleno de sorpresa al darse vuelta para contemplar al joven que le llamaba.
—Sarada...hace mucho que no te veía, has crecido pequeña.—se acercó ágilmente para envolverla en un abrazo cálido— vine por petición de sasuke-san.
—oh...ya te dijo el motivo ¿No es así?—habia decepción en su mirada, quiso disimular al verlo nuevamente de frente.
—No, nada de eso, solo me dijo que viniera a verte que tenías una gran noticia que contarme—aclaro soltando a la pelinegra.
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La chica de ojos negros
Teen FictionBoruto jamás imagino que una simple mirada le hiciera sentir el todo y nada. La vida de sarada ya era bastante complicada como para soportar un compromiso más. _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ Donde un matrimonio arreglado y dos corazones inexpertos no son...