Capitulo 7

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Los días habían pasado con regularidad a partir de aquella semana tan ajetreada por los exámenes pendientes y lo de por venir.

Inojin había regresado a sus clases con normalidad después de casi una semana entera, lucía más apagado, más distraído y distante como si ocultara algo. Sarada y yodo habían tratado de hablar con el sobre su reciente actitud y semblante decaído pero siempre obtenían una sola respuesta.

"¿Qué me podría estar pasando? estoy bien, mejor que bien, además ¿como podría estar mal siendo yo el gran Inojin?"

Habían notado el cambio que había tenido, eran sus mejores amigas por supuesto que lo notarían, tenía leves moretones en sus brazos, parecían recientes, tenía el labio lastimado como si se hubiese mordido al hablar o comer pero ya no hablaba como solía hacerlo, eso no era una excusa.

Sin más lo dejaban pasar sabían que no obtendrían una respuesta clara si seguían preguntando respecto al tema, ya que el siempre lo estaría evadiendo o no respondería.

Los exámenes ya estaban presentes ante todos los cursos, gente corriendo de aquí a allá por los pasillos con sus cuadernos y pequeños blocs de notas memorizando palabras y significados que creyeran convenientes en aprender.

La sala del consejo no había estado tan atareada desde el inicio y apertura de los clubs, ahora más que nunca Sarada permanecía dentro de ese salón hasta altas horas de la tarde, sin duda un trabajo agotador para cualquiera que hubiese tenido la suerte de formar parte de ello.

...

-¿Sarada? -seguia sin responder-Sarada Uchiha ¿Es usted?

-¡¿Eh?! a-asies -titubeo en su respuesta hacia rato que había dejado de prestar atención a su entorno-¿Pasa algo?

-Le manda esto el joven uzumaki-le entregó un sobre color carmín - espera su pronta respuesta, buena tarde señorita.

-¿Eh?...gracias -tomo el sobre entre sus manos despidiendo a su contrario.

-Me despido. -hizo una leve reverencia antes salir.

Las cartas que recibía se habían echo constantes desde la anterior visita a los uzumaki, todas las cartas eran enviadas con un fin diferente cada vez, unas veces era para salir a almorzar juntos, otras más para decirle que pasaría por ella pero está última parecía ser la excepción, el trozo de papel que había dentro del sobre estaba arrugado y con manchas de café al rededor, no había decoraciones, tampoco corazones al inicio de la nota...

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Lamento no poder pasar por ti hoy...tengo que estudiar un poco algebra si quiero mantener mi mesada está vez.

Siempre tuyo: Boruto >•<

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Soltó un suspiro de alivio, por una parte le alegraba no tener que escabullirse para evitar encontrarse con el rubio además de evitarse tener que ser acompañada por el en la salida, pero por otra estaba algo sorprendida respecto a que el realmente hiciera algo más que "su amado club y coquetear con cualquier chica que le dijera cuan bueno es en dicho deporte" odiaba ser comprometida con un chico así...aunque su compañía no le desagradaba del todo.

Volvió a revisar los papeles que traía en mano, aquellas hojas eran apuntes de química, las tintas eran de colores llamativos que formaban una letra muy fina y legible, debajo de las palabras había ilustraciones de la estructura de los átomos y confihuraciones electronicas, trazadas perfectamente, sin borrones ni manchones, simplemente bien echas.

Aquellas anotaciones no le pertenecían, ella jamás podría hacer tal trabajo con ese esmero y forma, ella no, pero sí su amigo pelirubio, no por nada era integrante del club de arte y diseño además de teatro. Otra de las razones por las cuál admiraba al chico.

La chica de ojos negrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora