The supermarket [Harco]

One

Draco odiaba ir al supermercado, odiaba tener que ir de aquí para haya con un gran carro en los estrechos pasillos, odiaba sentir ese constante pánico de que iba a chocar con algo o que quedaría atrapado en algún pequeño lugar sin salida alguna, pero mucho más odiaba el tremendo regaño que le iba a caer de su madre si no iba por los víveres pedidos.

—Pero mamá —había intentado protestar. Para empeorar todo, si iba, no iba a poder dejar el carro con sus padres. Cada quien llevaba uno, así es que se veía en la obligación de llevarlo consigo por los terriblemente estrechos pasillos —los pasillos-

—No seas ridículo, ya estás grande para esto —le cortó— ve. Tienes que ayudar con algo, de todas formas tendrás que llevarlo a algún lugar. No puedes quedarte aquí parado.

—Podría, sin problema alguno —susurró.

—¿Qué?

—Nada, ¿Que necesitas que busque?

Su madre le dió una mirada de advertencia antes de negar.

—Ve a la sección de perfumería y busca dos botellas de shampoo y una de acondicionador —leyó del papel que llevaba en el bolsillo— nosotros estaremos en la parte del pan, búscanos ahí cuando termines.

Draco asintió. En cuanto sus padres se alejaron, giró su cabeza buscando los diminutos pasillos de perfumería. Una vez los vió respiró profundo y empujó el carro, rogando que temblara o algo para poderse safar de la tarea.

A medio camino, tanto del pasillo como de los rezos, logró divisar una cabellera morocha moviéndose de un lado al otro de forma apresurada y nerviosa.

"No, no puede ser. No aquí."

Lo que menos quería en ese momento era al estúpido de Porter descubriendolo en su faceta de cobardía.

"Largo, largo, largo, largo. Vete, por favor vete"

Sin embargo, esto no pasaría.

Si a Draco no le falla a la vista, Potter traía puesto el uniforme que usaban los empleados del supermercado.

"¿No podías trabajar en otro lugar? ¿¡No podíamos haber ido a comprar a otro lugar!?"

Casi comienza a hiperventilar, por un momento incluso pensó en salir corriendo con su madre y decirle que se sentía mal, que podría estar muriendo, que si realmente lo apreciaba, se fueran de ahí, lo mas rápido posible.

Luego se dió cuenta que sería darle demasiada importancia a un tarado y se obligó a calmarse.

"Esta bien, tranquilo. No hay que actuar como idiota, solo ignóralo y ve por lo que te pidió mamá"

Asintió para si mismo y, dándose cuenta de que ya había tardado mucho, reanudó su caminar hasta los pasillos.

De verdad ¿No podía haber un terremoto en ese momento? ¿Era mucho pedir?

"Bien, dejó el carro del demonio aquí y como el escurridizo chico de diecisiete años que soy, palabras de mamá no mías, consigo lo que pidió y me voy sin que me vea. Si, perfecto. No puede salir mal"

Clavó la vista directamente en la parte del shampoo y caminó lo más normal que pudo. Lo más normal que alguien puede caminar cuando su crush esta cerca.

Solo que Potter no era su crush, no.

—Malfoy. Que sorpresa, jamás pensé verte comprando como la gente normal, pense que tendrías pequeñas y pobres personas haciéndolo todo por tí.

"Si, obviamente no podía a venir solo, sería demasiado bueno"

—Weasley —dijo en tono burlesco, ofreció su mejor sonrisa petulante, con la esperanza de que Potter no estuviera por ahí cerca— ¿Limpiando pisos para poder comer? ¿Tan pobres están?

—Callate idiota. No tienes derecho a decir nada sobre mi familia —medio gritó.

Draco lanzó una carcajada, mitad burlesco, mitad sorprendido.

—¡Pero si tú empezaste! ¿Ahora uno no puede defenderse? —rio un poco más y con voz cargada de burla añadió—largate, seguro tienes mucha tarea que hacer. No vaya a ser que luego no te paguen ¿Con qué comerás sino?

Haciendo un gesto con la mano en señal de despedida, y una última carcajada, dió media vuelta, ahora di dispuesto a no encontrarse con nadie más.