The supermarket [Harco]

Two

Camino lo más veloz que pudo, tomó los envases de shampoo y acondicionador que su madre había perdido y salió lo mas rápido que sus piernas le permitieron de esa sección.

Tiró todo al carro, sin importarle realmente el como cayesen, y se dispuso a encontrar a sus padres.

Bien, talvez y solo talvez, solamente Potter y Weasley se encontraban aquella desafortunada tarde trabajando en el supermercado.

No es que le preocupase Granger, pero mientras menos personas los vieran, o amigos del moreno, menos posibilidades había de que Potter supieras que él se encontraba ahí.

A lo lejos divisó a sus padres, aceleró, cada vez más cerca, una vez cerca de ellos, nada podía salir mal.

Pero parecía que nada en ese día iba a salir cómo él quería.

Unos metros antes de poder llegar, un carro, casi a la misma velocidad que el suyo, se interpuso. Tuvo suerte de que desde chiquito solía hacer eso, y por consecuente, supiera frenar o sino ahora mismo estaría camino al hospital. Siendo regañado por su madre, recordándole lo aniñado que llegaba a ser aveces.

-¿Longbottom? Que- ¿Todo el colegio trabaja aquí o que?

-No- ¡Digo sí! -Neville miró nervioso a atrás suyo- disculpa, iba apurado y no te ví -Volvio a dirigir su mirada a la espalda de Draco, achico los ojos, como intentando entender algo. Draco, por supuesto que notó esto, giró su cabeza un poco. No había nada, salvo los clientes. Volvió su vista a Neville-Yo...eh...¡Me tengo que ir! Adiós.

Draco viro los ojos.

Nunca iban a ese supermercado, pero justo ese día a su madre se le había dado por preocuparse por el medio ambiente, alegando que ese supermercado gastaba menos en plástico. Justo ese día a medio colegio se le había dado por trabajar ahí.

-¡Espera! -gritó hacia Neville- ¿Alguien más trabaja aquí?

-¿Eh?

-¿Alguien más de tu grupito trabaja aquí?

Neville boqueo un rato, luego sin responder salió corriendo.

"¿Que? ¿Que carajos pasó?"

Draco sabía que a veces solía ser paranoico y estaba seguro que el pensamiento de que de alguna forma todos conspiraban contra él ese día era por eso mismo.

Se dirigió hasta sus padres, ahora si llegando.

-Ya mamá, lo tengo ¿Nos podemos ir ya? -Dirigio su mirada hacia sus carros, con la esperanza de que ya estuvieran llenos- ehh ¿Mamá? ¿Por qué no hay nada en sus carros?

-¿mmh? Ah, no es nada cariño, solo es que nunca vinimos a comprar aquí, queremos ver un poco.

-¿Y por qué yo si fui por esto?

-Porque te lo pedí. Ahora -volvió a sacar la hoja de su bolsillo- trae un paquete de café y dos paquetes de azúcar. Ah y un paquete de té.

-Pero ¿Y ustedes?

-Estaremos en la parte de los libros.

-Pero tenemos libros -respondió Draco extrañado.

-Solo vamos a ver -respondió su padre.

-Pero yo también quiero ver.

-Luego, amor. Primero ve por lo que te pido.

-Pero-

-Ve. Punto.

"Pero ¿No me mandaron por azúcar ayer?"

Draco miró como sus padres se alejaban.

Se preguntó que pasaría si en vez de ir por lo perdido regresa al auto. Tenía la sensación de que si se quedaba iba a pasar algo.