Después del gran Torneo del Poder, Goku decidió vivir tranquilamente con toda su familia...
Pero después de 200 años y de haber perdido a todos, decidió empezar desde cero en otro lugar, dónde conocerá nuevos amigos y posiblemente...una nueva compañ...
Cualquier personaje que se usen en esta historia son de sus respectivos creadores.
Empezamos...
Lugar: ??? . . . . . . . . . . .
Dos personas caminaban por un gran pasillo grande y oscuro, estos tenían una mirada sería concentrada al frente de su camino.
Ya al llegar al final, se toparon con una granpuerta, donde dos seres la estaban cuidando.
Estos al ver a los dos, no dudaron en apartarse y abrir la gran puerta para que entrarán, ya los estaban esperando.
Ellos caminaron hasta encontrarse con su jefe, sentado en un gran trono que al ver que entraron esos dos, una pequeña sonrisa se formó en su rostro.
Aún lado de ese ser poderoso se encontraban dos bellas mujeres, que eran unas de las tantas mujeres que tenía.
Los dos que ingresaron al gran lugar caminaron unos metros para después inclinarse en respeto.
Señor, tenemos malas noticias- dijo el hombre con algo de nervios.
¿Qué hicieron?- dijo este mientras llamaba a sus dos mujeres.
Estás sabían lo que su hombre quería, por lo que procedieron a sacarle el miembro y darle placer con sus bocas.
Los dos que entraron tragaron saliva; era un hombre y una mujer pelirroja con una tipo armadura verde.
Nosotros...- trababa de hablar, pero estaba muy nervioso.
Ragmus perdió de vista a los héroes que estábamos buscando...envió a Gure en busca...pero lo perdimos...señor- dijo la mujer, aún que también estaba bastante nerviosa.
Este alejo a sus dos mujeres, para así ponerse de pie y guardar su Titan. Camino hasta donde estos.
Cabe decir que estaban demasiado atemorizados, no sabían cómo iba a salir todo esto.
Gure es el tercer más poderoso...si acabaron con él...- dijo este tomando del rostro a los dos y levantando los.
Fue culpa de Ragmus, no nuestra- dijo el hombre rápidamente.
Tú estabas a cargo, por lo tanto es tu culpa- dijo este tomando del rostro al hombre.
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La mirada de miedo era lo que más le gustaba al sujeto, le gustaba que le tuvieran miedo a él.
Con eso lo aventaría contra sus guardias.
Llevensé a los dos de aquí, no quiero volver a ver sus asquerosos rostros- diría él tipo dándose la vuelta.
¡Espere, señor porfavor!- grito el hombre con miedo.
