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23/02/2011

—...Otto Lilienthal se accidentó gravemente probando uno de sus modelos el 10 de agosto de 1896, cuando realizaba su vuelo número 2000. Falleció en la clinica de Berlin a la que fue llevado con la columna vertebral rota, siendo sus últimas palabras "Es necesario que haya sacrificios". Muchas gracias por su atención—

Todos aplaudieron fervientemente secundando al joven. Apagó el proyector y tomó asiento.

Finalmente sentía como su vida recobraba el sentido ¡La universidad era grandiosa! Era sumamente respetado, se hizo amigo de varios profesores y eruditos en distintos campos, nadie le molestaba y no tenía que ver a su familia ¡Era todo lo que siempre había soñado!

—Una excelente exposición joven Slys, como siempre— le aduló el profesor con una sonrisa

—Gracias— respondió feliz guardando sus papeles

—Eres increíble para exponer, tienes una voz muy carismática Ken— le dijo una compañera

—¡Gran trabajo cerebrito! ¿Quieres ser parte de mi equipo para química aplicada?— preguntó un chico en la parte de atrás

—¿Me ayudas con mi tarea de física Kenning?— Exclamó una chica con una voz pícara

—Habrá una conferencia sobre legislación aeronáutica más tarde ¿Quieres venir con nosotros cabello de zanahoria?— dijo alguien más señalando un grupo de amigos

A pesar de que ahora era alguien importante en el ámbito escolar había algo que le incomodaba; un vacío dentro de él no le dejaba estar plenamente, pensaba que era añoranza o melancolía pero desechó esas opciones al recordar la tortura que pasó años atrás. No le daría mucha importancia, al final del día todo está en la mente ¿Cierto?

[...]

Reía estrepitosamente, sus manos manchadas de sangre junto con su uniforme hecho un desastre le daban una apariencia macabra.

Terminó con su víctima principal: Cosma quien ahora se hallaba en el suelo de la cafetería sin vida. Se giró a la derecha observando su siguiente objetivo: Obelius

—¡N-No por favor! ¡Te daré lo que quieras!— rogaba desesperado

—Yo quiero... Tu vida— río y se abalanzó sobre el, haciendo que su cabeza chocará contra el suelo dejándolo inconsciente. Le golpeó con un casillero aplastandole el cráneo y acabando con su vida.

Todos temblaban al ver a Kenning asesinar a sus bravucónes justo en la cafetería del instituto para jóvenes villanos.

—¿Quien sigue?— preguntó con malicia corriendo hacia un grupo de alumnos

Despertó agitado, se tocó el pecho sintiendo su corazón latir a mil por hora, parecía que le daría un ataque tarde o temprano.

Miró a su alrededor, no estaba en el instituto. Se encontraba en su departamento de universitario... Es verdad, estaba en la universidad.

No pudo volver a dormir después de aquella... ¿Pesadilla? Así que decidió ponerse a hacer su reporte de dinámica de fluidos, se levantó de la cama, encendió su lámpara y tomó asiento en su mesa de trabajo.

Mientras escribía trataba de averiguar el por qué de su sueño ¿Era por el resentimiento hacia sus compañeros? Probablemente, aun que pensaba que ya lo había superado. Quizás era por qué había comido demasiadas golosinas, su escepticismo ante esas creencias le hacían dudar de la probabilidad.

¿Quizás estaba perdiendo la cabeza? Esa idea no le parecía tan descabellada, el no era quien para autodiagnósticarse sin embargo era su hipótesis más coherente.

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