| 19 |

339 39 5
                                    

- Entonces, ¿me perdonas?

Volteé los ojos.

- Te he dicho que sí más de veinte veces, Tae. -dije acostado en su pecho.

Me abrazó a él.- Tengo miedo de que te arrepientas y me dejes.

- No pasará eso, tranquilo. -cerré los ojos por la caricia que ejercía en mi cabello.

- ¿Eso quiere decir que somos novios? -preguntó curioso.

En un segundo me alejé de él con la cara roja.

- ¿Q-qué?

Pregunté confundido, pero Tae tenía una expresión entre feliz, cohibida e inocente.

- B-bueno... -se rascó la nuca- Tú me quieres, yo te quiero, pode-

- En ningún momento dije eso. -ataqué confundido.

Oh no.

El rostro de Tae cambió de expresión al instante.

Bajó la cabeza.- Tienes razón, m-me emocioné y creí otra cosa, e-este... Bueno, yo-

Ahora me siento mal por lo que dije.

- Y-yo no quise decir eso-junté mis deditos-. La verdad es que s-sí te quiero y, y-yo pues-me rasqué la nuca.

Me quedé sin palabras.

Y sí, se formó un gran silencio.

- ¿Eso quiere decir que somos novios?

Me tape la cara con mis manos.

Dios.

Respira.

Y.

Relájate.

- No, Tae, no somos novios porque aún no me lo has pedido-dije bajito y rojito.

Tae formó una o con su boca. Se bajó de la cama y se colocó con una rodilla en el suelo y la otra... ¿Qué va a hacer?

- Jeon Jungkook, ¿me concederías el honor de ser mi novio? -preguntó tomando mi mano- Prometo cuidarte, darte todo el cariño que tengo y hacerte muy feliz cada día. Tan solo dame el privilegio de estar a tu lado, dame una última oportunidad.

En las últimas palabras la habitación ya estaba inundada por mis lágrimas. Vale, estoy exagerando. Sus palabras me han conmovido.

Asentí con los ojitos hinchados.- S-sí.

Tae sonrió y me abrazó con fuerza, pero dejándome respirar.

- Gracias, prometo cuidarte siempre. - susurró.

- Sé que lo harás, confío en ti -le respondí-. Te quiero mucho, TaeTae.

- Yo también te quiero, Kookie.

Se alejó un poco de mí, sin dejar de abrazarme.

- ¿P-pued-

Le corté.

Mejor dicho, le besé.

Me acerqué a él y junté nuestros labios.

Sus labios son suaves y esponjositos.

Reí inconscientemente, causando que Tae también riera.

- Me gustan tus labios. -susurró.

Sonreí.- A mí también.

- ¿También te gustan tus labios? -preguntó en burla.

- Idiota.

Rió y me abrazó, escondiendo su rostro en la curva de mi cuello.

- Me siento feliz.

Yo igual, créeme.

- Yo también me siento feliz, muy feliz.




Quizás nos tomó tiempo entendernos. Pudimos haberlo intentado hace tiempo atrás, pero el destino lo quiso así. Sabe cómo tirar sus cartas.

Destinados | vkook✓ TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora