(Leo)
—Dime la verdad, ¿Me veo bien? —pasó una mano por su cabello, tratando de acomodarlo por séptima vez en media hora.
—Honestamente, Chisguete, me da vergüenza el decir que eres mi hermano si ni pizca de idea tienes sobre presentación personal—Nando le contestó levantando levemente la mirada de su libro y sin abandonar la comodidad de su cama.
—¡Esto es en serio, Nando! —Leo exclamó.
—¡Pues sí te estoy diciendo la verdad! ¡Es que mírate! —se incorporó y dio unos cuantos pasos hacia su hermano—. Leo, hasta los muertos lucen mejor que tú. Ni siquiera te molestas en peinarte, ¿Y así esperas salir a una cita con tu amiga!
—¡No es una cita! ¡ Y todo es culpa de la loca de la tía de Valentina!
¿A qué se debía el alboroto, preguntarán?
Pues resulta que un día después de que la Señora Rosa y Valentina llegarán a Puebla, aquella pasó por el local, decidida que sería una fabulosa idea que su sobrina y el niño San Juan fueran a recorrer la ciudad, solos. Como en una cita. Poco pudo Leo hacer antes de que la dama le insistiera con ojos de perrito, aunque en parte le gustaba el plan de estar con Valentina a solas. Había pasado mucho tiempo desde que la aventura de las momias, además de que su sola presencia despertaba una extraña pero placentera sensación dentro del castaño.
Sin embargo, no pasó desapercibido el comentario que la tía de su amiga soltó al salir del negocio.
—Un peine no le sentaría mal.
Y ya que Dionisia se encontraba comprando cosas para el negocio y su abuelita ya andaba descansando en la tierra de los muertos con sus papás, no le quedó de otra sino pedirle ayuda a su hermano.
—Ugh, eres patético, Chisguete. Dame el cepillo —y fue una mala idea, sabiendo lo poco paciente que era el mayor.
—¿Qué? ¡Yo puedo...!
—¡Qué me lo des, carajo! —Leo bufó y se lo entregó. Las jaladas de pelo no se hicieron esperar—. Leo, te voy a arrancar esas greñas, tenlo por hecho.
(Valentina)
—¡Cara de lombriz, ya es hora de tu citaaaa~! —la chica gruñó.
—¿Cuántas veces te lo dije, tía? ¡No es una cita!
—Pero bien que te preocupas por como luces —la mayor le sonrió socarrona. Y era cierto. Ese día había optado por llevar el cabello suelto, con una blusa blanca, falda roja y zapatillas negras. El vestuario que utilizó su último día en Guanajuato. Normalmente prefería utilizar pantalones, pero tuvo el presentimiento de que la mayor había escondido todos los que tenía.
Igual, solo iba a salir con Leo. Típico.
(Inserte gritos mentales).
¿Para que lo negaba? Ella podía cargarse a casi una decena de momias, saltar hasta lo más profundo de una mina, agarrarse a golpes con quien sea que le doblaba la altura, ¿Y no estar a solas con Leo?
Igualita a tu madre, Valentina. igualita a tu madre.
—Bueno, al mal viento buena cara... Vamos pues —abrió la puerta de golpe y caminó cual diva principiante hacía la salida de la hacienda, fingiendo sentirse cómoda y preparada cuando ya sentía el pánico apoderarse de ella.

ESTÁS LEYENDO
Valeo Week 2020.
FanfictionPorque Leo y Valentina estaban unidos, unidos por un cariño inmenso que ni la distancia tuvo poder para atacar. Te presento la Week Valeo, primera actividad de este carácter para esta hermosa pareja. *Todos los derechos reservados. *La portada es la...