Adam's POV
— Buenos días, club de los cinco.
Saludo Merritt mientras abría la puerta y está azotaba a sus espaldas. Estábamos en la biblioteca de la gran casa, en donde habíamos despertado hace un día, no nos habían dado mucho tiempo para acoplarnos según ellos esto era mucho más importante. Así que a las 8 de la mañana Dylan había entrado a nuestra habitación gritando que nos quería a todos en le biblioteca y lanzando un papel con nuestro "horario", esto es más estricto que la escuela, lo sabría si hubiera ido a alguna.
— No se como los soportábamos siempre. — le susurre a mi novia inclinándome para que solo ella me pudiera escuchar.
— Silencio. — grito Dylan que hizo que todos guardáramos silencio como si fuera el profesor en una preparatoria publica. — Mirada al frente, señorita Steel.
Se estaba diviertiendo con todo esto, eso era notorio. Mi hermana volteo la mirada, había estado hablando con Fallon que se encontraba detrás de ella. En las primeras mesas se encontraban Christine y Josh que se habían sentado juntos, detrás de ellos mi hermana e Ean y en la ultima fila Ann y Fallon, esta ultima siendo la única de su grupo pues aunque se les habia permitido la entrada ellos prefirieron no presentarse. Detrás de mi y Ninah se encontraba Atlas y Merritt, Jack solo y Lula junto a Henley.
— Primero que nada, cambien de lugar. — Ean se levanto y trato de cambiar de lugar con Fallon pero Dylan lo interrumpio. — No, señor Daniels. Hayden siéntate con Jack, Lula con Ean, Ann con Merritt, Atlas con Ninah, Adam con Henley y Fallon quédate donde estas.
Dylan se quedó callado mientras todos se movían de sus lugares y con una cara de repugnancia se volvían a sentar en los lugares asignados. Se inclinó para hablar con Josh y Christine por un momento e incluso los tres esbozaron una sonrisa. Todo me parecía extraño, con el equipo o contrario nos comportábamos de una manera huraña y distante pero la cabeza de los tres parecían estar totalmente de acuerdo con todo.
— Muy bien, damas y caballeros. Bienvenidos a su nuevo trabajo. — paseaba delante de una pizarra de gis color negro. — Primero que nada. REGLAS. Regla número 1, respetar a sus compañeros, no quiero nada de peleas ni verbales ni físicas. Regla número 2, no involucrar relaciones amorosas o lo menos que se pueda. Regla número 3, tienen que confiar plenamente en su equipo, si no se tienen confianza no podrán ser un organizamos conjunto así que trabajaremos en eso. Y regla número cuatro, nada de traiciones. Tomen una hoja y pasen las demás.
Las hojas comenzaron a pasar de mano en mano hasta que todos menos Fallon tenían una frente a ellos, la chica no pareció preocuparse y solo se recostó en su propia silla.
— Pónganle su nombre hasta arriba, por favor.
Mi caligrafía nunca había sido la mejor pero definitivamente quedaba opacado por la fina letra de Henley, al final de su nombre se vio tentada en poner un corazón pero al darse cuenta que la estaba mirando lo dejo a medias.
— Van a pasar esa hoja a todos sus compañeros y cada uno escribirá una cosa bonita sobre ellos. — los bufidos no tardaron en llegar. — Es una orden, orale.
— Dylan no somos niños de primaria. — se quejó Merrit pasando su hoja y recibiendo otra.
— La base de un equipo es la confianza así que tenemos que reconstruirla. — fue lo único que contestó.
— No te ofendas pero piropos en una hoja no ayuda reconstruyendo la confianza. — solo podía ver la espalda de mi hermana pero notaba por como se sentaba lo tensa que estaba.
— Creeme, no van a ser piropos. — murmuró Daniel a su lado pero todos lo escuchamos.
Josh, Dylan y Christine se miraron con una sonrisa, parecían hermanos que siempre habían estado junto y por mucho que pelearan volvían a ser inseparables. Me molestaba que se llevaran también, sabía que era envidia pero no podía parar de pensar en cómo era que podían estar en la misma habitación sin matarse, irónicamente yo estaba también en esa habitación pero quería matar a todos.
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The Real Steel // Segunda Parte de Los Nuevos Jinetes
Teen FictionDespués de un año del mayor truco de magia de los Cuatro Nuevos Jinetes, los chicos viven con lujos y en paz junto a su nueva pandilla y con nuevos hábitos que no conllevan robar. Pero todo cambia cuando una visita inesperada llega anunciando ser lo...