"Soulmate"

~♡•°"My Soulmate"°•♡~ Final

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"Aún en mi mundo repleto de abismos, oscuridad y soledad… Estaba destinado a un camino lleno de luz, de esperanza, de amor...”

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Se acercó lentamente a la cama, evitando no reírse, pues lo que veía, por demás de ser gracioso era algo muy cautivador, padre e hijo dormían en la misma posición, con los mismos gestos y particularidades que el pelinegro conocía muy bien de su esposo.

No evito tomarles una foto conmemorativa de tan encantador momento, luego se recostó y empezó delicadamente a despertar a ambos dormilones.

--Ash, despierta—susurro, viendo que ambos fruncían el ceño, y sin más empezó a reírse. Despertándolos a ambos.

El rubio abrió los ojos perezosamente, encontrando a su amado esposo tratando de contener su risa. Cargando al bebé que al igual que el perezosamente se frotaba los ojos

--¿Qué es lo gracioso?—pregunto rascándose la cabeza, contagiándose de su risa.

--Seyran podrá parecerse a mí, pero su comportamiento es idéntico al tuyo—respondió acunando al bebé quien hambriento se alimentaba del pecho del pelinegro.

--¿Lo es?—pregunto acariciando su pequeña cabeza

--Lo es—afirmo sonriéndole

No dudo en acercarse y darle un beso, suave y delicado pero que tardo más de un minuto.

--Te ves feliz—soltó observando que esa sonrisa que tanto le cautivaba no se desvanecía

--Lo estoy—respondió al instante, recibiendo otro beso.

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Seyran cumplio 3 años y a comparación de muchos niños, él era tranquilo y obedecía la mayoría de las cosas que se le decía.

Era muy bueno y quería mucho a sus padres, sin embargo donde había ciertos inconvenientes con el infante era a la hora de comer, ya que si había Natto el pequeño se ponía a llorar.

Obviamente sacando ese hábito de su padre, quien no le obligaba a comerlo.

--¿Mamá? ¿Papá ya vuelve a casa?—pregunto el pequeño adormilado

--Llegará pronto Seyran, descansa—beso su mejilla mientras se dirigía a su habitación.

Sin embargo las puertas se abrieron, viendo entrar al rubio, quien al verlos sonrió anunciando su llegada.

--Bienvenido Ash--respondió el pelinegro, siendo recibido con un beso del contrario.

--¿Seyran ya se durmió?-pregunto acariciando su pequeña cabecita.

--Te estaba esperando pero ya no aguanto el sueño—explico el contrario.

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Luego de recostarlo…

--¿Y cómo se encuentra la pequeña Mei?—pregunto Eiji recostado en la cama, viendo que su esposo salía de la ducha, secando sus cabellos.

--Ya está mejor, aunque no tanto como Shorter. Eiji sonrió, al escuchar la historia de su tan sentimental amigo.

Shorter y Yut Lung habían tenido una niña llamada Mei, la cual como es común enfermo de sarampión, pero la pequeña a pesar de las circunstancias permanecía activa;  había sacado la belleza de su madre, pero el ánimo de su padre, aunque no tanto en la parte de sentimentalismo, pues a lo que se veía, el pelimorado no quería ir a trabajar para cuidar a su pequeña, llegando incluso a tener que llevárselo a la fuerza por el rubio, y siendo Yut Lung quien alejara a la niña del padre melodramático.

--Recuerdo que cuando Seyran enfermo, tu no quisiste despegarte de él porque lloraba cuando te ibas—relato Eiji recordando aquel momento.

--Bueno le distrae arrancarme los cabellos—respondió el contrario, acostándose al lado del pelinegro, atrayéndolo a sí mismo.

Le encantaba besar su nuca y aspirar su aroma

Sin esperar más se levantó para besar al pelinegro, quien también le correspondió.
Luego de unos minutos y por falta de aire, tras separarse el rubio le pregunto al pelinegro.

--¿Crees que ya sea tiempo?—hablo Ash, aun cerca de sus labios.

--¿Tiempo? ¿Para qué?--pregunto Eiji sin entender

--De darle un hermanito a Seyran—respondió seductoramente, haciendo que el contrario se sonroje y sin darle tiempo a responder empezó a repartir besos en su cuello.