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Narración general:

-Mexico give it back. (México devuélvemelo.)- dijo el zelandés intentando sacarle su celular al mexicano.

-No hasta borres mis fotos!- dijo México forcejeando.

-How am I going to delete them if you don't give me my cell phone? (¿Cómo voy a borrarlas si no me das mi celular? )- pregunto sin dejar de intentar alcanzar el celular que estaba en manos del americano.

-Pos dime la contraseña yo las borro wey.

-No, give it to me and I delete it! (No, dámelo y yo las borro. )- Pidió al fin dejando de forcejear y cruzarse de brazos mientras extendía una de sus manos.

-No te creo wey, se que no las vas a borra… - el méxicano sintió algo raro en uno de sus pies. Miro hacia abajo para saber de qué se trataba y pegó un grito cuando vio a la serpiente negra intentando subir por su pierna.

Del miedo lo único que se le ocurrió a México fue salir de la habitación, no sin antes tirar el celular de Nueva Zelanda a la otra punta. Hubiera salido de la habitación pero dos cosas lo detuvieron. La primera es que se cayó, por qué la serpiente si se había enredado en sus piernas, y la segunda es que Australia y Nueva Zelanda le habían pegado un grito al méxicano.

-¡¿Y ahora qué hice?!- les pregunto con el mismo tono de voz que habían usado los otros dos.

-That you did! (¡Eso hiciste!)- Le respondió Australia señalando a donde estaban los huevos de los cocodrilos más el celular del zelandés. El problema no era que el celular había caído ahí, sino que por el golpe terminó rompiendo uno de los huevos.

-Ay...

En ese momento se escucharon dos gruñidos muy cerca de México, quien se volteo para ver cómo uno de los cocodrilos se acercaban peligrosamente.

Australia intentó detener al señor Weyn, quien era el que se acercaba al mexicano para castigarlo por romper uno de sus huevos.
Aún con el australiano intentando detener al cocodrilo el mexicano empezó a gritar. Todavía no había sacado a la serpiente de sus piernas y ahora un cocodrilo quería matarlo.

Nueva Zelanda, ocupándose de algo más importante que la vida de México, se acercó a los huevos para ver si solo uno de ellos se había roto.

-Australia, come look.( Australia, ven mira.)- le dijo a su hermano viendo otros huevos mientras acariciaba a la señora Winny para calmarla y que no vaya también a matar al méxicano.

Australia al escuchar que su hermano lo llamaba sin importarle dejó de detener al cocodrilo y fue con Nueva Zelanda para ver qué pasaba.

-¡Pendejo no lo sueltes!- Pidió aunque parecía que había sido completamente ignorado por el inglés.

-Hugo, Mr. Weyn stop it. ( Hugo, Señor Weyn déjenlo ya )- ordenó el australiano serio haciendo que los animales se alejen del méxicano, quien se levantó del piso con ayuda de Argentina que había salido de la habitación de Malvinas al escuchar los gritos.

-¿Y ahora qué hiciste boludo?- Preguntó después de ayudar a México.

-Em… Creo que maté a uno de los cocodrilos bebés.- Contestó no muy seguro.

-Ay no- dijo el argentino golpeándose con su mano la frente.

El mexicano quiso acercarse para ver que le había pasado a los huevos.

- What do you think you're doing?( ¿Qué crees que haces?)-dijo Nueva Zelanda enojado.

-Solo quiero ver qué le pasó a los huevos. No era mi intención… -Fue interrumpido por el zelandés.

 ¿Intentar Llevarnos Bien? ¡Imposible!... O No? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora