「Sangre, sudor y lágrimas, hasta
obtener el poder que otorga la corona」
·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳
Sinopsis:
El planeta Vegita espera con ansias su próximo sucesor. En medio de las pruebas de admición a las tropas, un icónico accidente le dará a Goku su pues...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No imaginó que aquello sería tan duro, su dicha nuevamente se veía frustrada por la cruda realidad del destino. Todo su pueblo lo odiaba, se convirtió en un marginado social ante los prejuicios de su raza.
Incluso los guardia carcel le extendían su rebanada de pan diaria con desprecio. Aún recordaba cuando lo escoltaron por exteriores a su celda, la gente lo insultaba o arrojaba lo primero que encontrase sobre él.
Tanto sacrificio.
¿Valía la pena?.
¿Incluso si no podía estar con ella?.
Su corazon generoso recordaba la mirada de dolor de su amada.
Su expresión rendida, agobiada.
Se reprochaba a sí mismo el no poder consolarla cuando mas lo necesita. Como desearía darle un abrazo en estos momentos.
Los moretones, la sangre, las llagas que cubrían su piel, el hambre, su cuerpo agonizando con la cara empapada en lágrimas. Afligido en la nostalgia. La agonia de sus propios recuerdos lo mantenían con vida.
Sus recuerdos le daban alegría.
Flash back.
-¿Qué somos? -El Son insistió nuevamente, apretando sus mejillas con los dedos.
-No lo sé -respondió cortante.
El llamado al entrenamiento rutinario no sirvió de mucho, tuvieron que separarse. Finalmente cuando consiguió sacarle palabra alguna sobre el tema, alguien o algo -como casi siempre - interrumpía el momento.
Con un suspiro frustrado avanzó dispuesto a enfrentar el próximo entrenamiento al lugar asignado.
No pudiendo quitarle la vista de encima un solo segundo, ese sentimiento nuevo de inseguridad carcomía su mente.
¿Ella lo veía de la misma manera?.
¿Acaso lo quería o su interés por él era solo pasajero?.
Una vez culminada su sesión matutina y asignado el descanso, quiso buscarla para aclarar esa duda qué habitaba en su pecho.
Le fue imposible.
La multitud, sus obligaciones, para rematar una peli-azul que lo aprisionó por el brazo. Con una sonrisa en exceso melosa.
-Goku ¿Quiéres ir a comer conmigo hoy por la noche?.
-No creo que...
Pero una voz proveniente de la sucesora al trono lo interrumpió de golpe.
-Estaba buscándote, Kakaroto -Vegita informó en voz alta.