Capítulo 8

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La lavadora de ChanYeol hacía mucho ruido mientras estaba trabajando. Había sido un poco complicado saber utilizarla porque él no estaba acostumbrado a un modelo tan antiguo, pero luego de que estuviera picando muchos botones, tuviera algunos problemas con las equivocaciones que cometió, hiciera una llamada de auxilio con su mamá y supiera ajustar las funciones, pudo ponerla a trabajar y lavar su primera tanda de ropa.

Estuvo un rato de ese modo. Mientras esperaba a que la ropa saliera, se ponía igualmente a tallar algunas prendas que se habían manchado de una u otra manera—con algo de café, comida u otra cosa así de absurda—, exprimía otras, organizaba sus colores y colgaba aquellas que ya no parecían necesitar pasar por la lenta lavadora. No había podido escoger mejor día para hacer todo eso, sin duda, porque, según su celular, ese día no llovería y realmente estaban algunos rayos del sol atravesando el cielo que daban algo de facilidad para que una buena parte de su ropa se secara.

Tenía algunas tareas que revisar todavía, pero sentía que esas podían esperarle, al menos no tanto como su ropa sucia que, luego de varios días de haberlo estado procrastinando, ya le exigían que las lavara porque, de lo contrario, su armario podría quedarse vacío pronto. Sí, ChanYeol no tenía mucha ropa, en realidad, tal vez por eso muchas veces sus amigos se burlaban de que usaba siempre la misma ropa, pero hasta cierto punto era cierto, solo que de menos la lavaba y no la usaba mil veces incluso luego de estar sucia.

En esa labor y con aquel pensamiento estaba mientras tendía otra de sus camisas recién talladas cuando escuchó unos golpes metálicos cerca.

Frunció el ceño, le había parecido extraño eso, casi inesperado, porque luego de algunos días sin haber sido levantado por la madrugada con algo similar—no, en realidad, ChanYeol no sabía si tenía mucho cansancio, pero recientemente no había estado preocupándose mucho por levantarse en las madrugadas como antes, lo cual de cierto modo agradecía, aunque ahora esas levantadas se pasaran a ser por ligeros destellos de sueños extraños que bien no recordaba al despertar, mas, le dejaban una sensación rara—, escucharlo en su casa a plena luz del día solo lo sacaba de su cuadro.

No estaba seguro de qué tan normal era relacionar un ruido con una hora específica del día, pero ahora pensar en eso comenzó a distraerle del punto inicial que lo trajo a esto, por lo que, cuando escuchó de nuevo el golpe contra algo metálico, casi saltó y golpeó su cabeza con los tendederos—desventajas de ser tan alto—, así que poco a poco fue pensando qué se suponía que era eso, hasta llegar a la conclusión de que:

"¿Es esa mi puerta del jardín comunitario?" miró en dirección a su jardín. Estaba a unos pasos de ese lugar, sin embargo, no tenía vía directa, más que nada porque su cuarto de servicio le bloqueaba. Era solo que, una vez que volvió a escuchar el golpe, se confirmó lo dicho. Aunque ahora le quedaba otra duda. "¿Están... tocando?"

"¡Park-ssi!" frunció mucho más el ceño, esa voz la conocía, pero ¿de dónde? "¡Park-ssi! ¿Se encuentra en casa?"

Venía del mismo lugar que los golpes contra el metal. Tuvo que dejar las cosas como estaban cerca de su lavadero y con su lenta lavadora al caminar decidido hasta el lugar para saber qué demonios significaba o era todo esto.

Pero cuando llegó al lugar de la puerta negra que comunicaba su jardín con el comunitario, solo se quedó parado frente a ella. No estaba muy seguro de abrir por ahí. Otro golpe a la puerta casi lo hizo retroceder. Había sido bastante fuerte, casi como si la hubieran pateado en lugar de golpeado como se esperaba que alguien normalmente tocara una puerta.

"¿Park-ssi?"

Cualquiera que hubiera estado en su lugar, probablemente no abría con ese tipo de actos, pero como era ChanYeol el que estaba en este caso, volvió a acercarse y solo pudo pensar en que... había algo en esa voz que estaba muy seguro de reconocer. ¿Acaso no era...?

Haven [ChanBaek/BaekYeol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora