Quizá si es una cita

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- Señor Yaki, espero que entienda la gravedad de sus acciones.

- No sabía que el niño tenía recomendaciones para Yurei, lo juro.

- No es eso, señor Yaki; es la cuestión de que saboteó el futuro de un niño con toda la intención, ¿Crees que la escuela seguirá teniendo licencia?

El hombre se quedó callado, eso estaba bien, no es como si tuviera algo inteligente que decir.

- ¿Sabe? Teníamos en la mira a cuatro de sus estudiantes.

El hombre se encogió aún más en su silla, de hecho se hallaba disfrutando la vista.

- Ashido Mina, Ejiro Kirishima, Katsuki Bakugo e Izuku Midoriya; niños que podrían tener su futuro afectado por sus acciones carentes de sentido.

- Creí que en Yurei no consideraban a nadie sin los exámenes.

- En eso te equivocas; nos fijamos en las pruebas nacionales y registros médicos, esas personas tienen más probabilidades de pasar que el promedio. Y en tu escuela habían cuatro.

- Uno ni siquiera tiene Quirk.

- Creemos que puede ser más exitoso de lo que usted pueda ser, señor Yaki - bebió algo de su té -. Pero me ha puesto en una situación de lo más precaria, porque su escuela cerrará y los niños tienen potencial, potencial que no quiero que se desperdicie.

- ¿Por qué me habla de esto?

- Solo quería ver al ser patético que intentó arruinar el futuro de un niño; además de informarle sobre su situación, como parte del ministerio de educación le informo que ya no podrá enseñar a nadie, no podrá ocupar cargos administrativos y tendrá una condena de dos años de cárcel, más una condena de un año por incitar a los jóvenes a la lectura de un libro extremista.

Salió de la celda pensando en distintas ideas sobre la educación de los jóvenes; sabía que Doom y Stark eran completamente capaces de enseñar cada materia disponible en un currículum estudiantil, pero la disponibilidad era un problema.

Quizá Franklin; pero también, disponibilidad era un problema, su cuerpo de maestros también tenían ese problema; tendría que preguntarle a cada uno. O quizá reemplazar el personal en la escuela.

Era una situación precaria, realmente precaria.

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Había día libre; después del fiasco en la escuela era comprensible.

Habían comido katsudon, habían reído y lo habían superado bastante rápido. Pero eso aún dejaba el problema de la escuela. ¿Cómo acabaría sus estudios?

Pero hoy no se preocuparía mucho, iría a invitar a comer a Kaachan. No sabía muy bien porque lo hacía, solo tenía la iniciativa de hacerlo.

Jugó un rato, creando fuego con sus dedos; aún le sorprendía tener alguna habilidad que sería imposible sin un Quirk. Pero aquí estaba, los Fantine le habían confiado su fuego y era un recordatorio de que podía alcanzar su sueño.

Dejó el fuego y salio de casa, dandole un rápido adiós a su madre.

Era una hermosa mañana, el sol bañaba las calles y le daba una vista surrealista de colores cálidos. Esos amarillos y rojos le recordaba a Kaachan, ¿Qué eran ahora? ¿Qué podían ser?

Recordaba lo suave que era su mano al tacto, era obvio, la glicerina ayudaba a su piel, igual que a la tía Mitzuki. Aún se sentía bien; ayer había venido a defenderlo bastante rápido, había llamado a su madre y amigos.

Otros Tiempos (AU MarvelxBNHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora