La educación en Colombia (8°)

153 2 0
                                    

Colombia, a lo largo de su historia, ha presentado un serio problema con respecto a la educación, tanto que, según el programa PISA (Programme for International Student Assessment), Colombia se encuentra casi trecientos puntos por debajo del promedio; este programa es un estudio llevado a cabo por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) mundialmente que mide el rendimiento académico de los alumnos en Matemáticas, Ciencias y lectura crítica. Gracias a este programa, se pudo determinar que, los jóvenes de quince años (en promedio), tienen un puntaje de mil ciento setenta y ocho en nuestro país, cuando, en realidad, deberían tener un puntaje de mil cuatrocientos setenta y seis para ser aceptable con respecto a los promedios que establece dicha prueba.

Sin duda, el debate de esta situación es un asunto urgente. Azout (2014), empresario, expresidente de Carulla-Vivero y líder de la Fundación Fútbol con Corazón, dedicada a mejorar y prevenir el reclutamiento forzado, dijo que "no es un secreto que la calidad educativa del país es mala. A los ciudadanos y líderes de opinión nos corresponde hacer una reflexión de las problemáticas en esa materia. Tenemos que apoyar al Gobierno en el diseño de nuevas políticas".

El diseño de nuevas políticas que mejoren la situación de la infraestructura y del salario de los maestros podrían ayudar, en gran parte, a mejorar esta crisis; no obstante, es necesario refrescar la mente de los líderes y coordinadores de las instituciones educativas para que experimenten con nuevos modelos educativos y motiven a los niños y jóvenes a continuar con sus estudios, y les hagan ver que la violencia, no los llevará a nada en la vida, en cambio, la educación, los hará salir adelante. Gabriel García Márquez expresó en un fragmento de su discurso titulado "La proclama", su anhelo y esperanza por un país, al alcance de los niños en la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo en Santa Fe de Bogotá.

Creemos que las condiciones están dadas como nunca para el cambio social. Y que la educación será órgano maestro. Una educación desde la cuna hasta la tumba. Inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar y nos incite a descubrir quiénes somos, en una sociedad que se quiera más a sí misma, que aprovecha al máximo nuestra creatividad inagotable y conciba una ética, y tal vez, una estética para nuestro afán desaforado y legítimo de superación personal (García, 1995, pág. 67-68).

La cuestión es que, por más ideas creativas e innovadoras que los ciudadanos y el gobierno propagan, el problema de trasfondo son los recursos necesarios para intervenir en estas propuestas. "Una universidad no es sólo la formación de los estudiantes. La formación incluye toda la labor de investigación, publicación e interacción con la sociedad, y esto requiere de recursos" Múnera (2018), abogado, filósofo y doctor de Ciencias Políticas. Expresó que la falta de recursos para la labor de investigación en las universidades públicas está retrasando el progreso y la innovación de nuevas estrategias educativas.

Colombia es un país que debe de reorganizar y reorientar sus prioridades en cuanto a la destinación de sus recursos; si se considerara más el tema de la inversión en educación pública, el país podría avanzar a nuevas estrategias educativas. El apoyo a los jóvenes es clave para hacerles ver que, la educación, es la mejor opción que pueden tomar, para asegurarles un buen futuro a su nación.

Ensayos de una estudianteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora