Trouble - Jenlisa +18 G!P

Happier

Ain't nobody hurt you like I hurt you

But ain't nobody love you like I do

Promise that I will not take it personally baby

If you're moving into someone new

Cause baby you look happier, you do

Jennie suspiró y dejó el cuaderno sobre su pupitre. Iba a suspender aquel examen. Miró a la chica que le dedicaba una sonrisa piadosa sentada en su cama, con su propio cuaderno sobre las rodillas. Jennie siempre había sido una negada para las matemáticas, y ni la ayuda de Dani podría resolver aquel problema.

Dani era una amiga que Sam que había comenzado a irse con ellos en los almuerzos, acompañarlos por los pasillos y quedar con ellos después de clases. Y por supuesto, Dani se había ofrecido encantada a ayudarla con aquel examen que la traía de cabeza, en esa sesión de estudio a la que Sam se había apuntado para después no presentarse.

Y es que Sam podría admirar muchísimo a Lisa, pero Jennie era su amiga sobre todo eso, y después de contarle todo lo que había pasado en Nueva York, y sobre todo ver su conversación a la puerta de la facultad, no le quedaba otra que pensar que la una de las heroínas de su adolescencia era una gilipollas que sólo estaba jugando. Además del pequeño detalle de que eran hermanastras.

Así que Sam se había puesto unas alas de Cupido y se había propuesto unir en sagrado matrimonio a Jennie y Dani. Jennie sabía del plan de su amigo, que no paraba de repetirle que estaba seguro de que le gustaba a Dani, cosa de la que Jennie no estaba tan segura. Nunca se le había dado bien leer a la gente.

-Creo que mejor dejamos el estudio por hoy - rió la chica apoyando la espalda en la pared.

Jennie pensó que podría gustarle Dani. Podría aprender a apreciar sus gestos amables y sus risas constantes. Dani era divertida, era atractiva, era todo lo que se podía pedir. O al menos, todo lo que alguien que no fuera Jennie podría pedir.

-Mejor - aceptó ella, dejándose caer en el respaldo de su silla de escritorio -. ¿Quieres comer algo? Puedes quedarte a cenar, si quieres.

Justo cuando Dani iba a abrir la boca para contestar, se abrió la puerta. Dani tragó saliva cuando apareció tras ella la hermana mayor de Jennie, esa chica rubia con mala pinta a la que se había cruzado en el salón al subir a la habitación. Jennie apretó los dientes. Últimamente Lisa andaba por la casa ayudando a su padre con cualquier cosa. Pete parecía encantado con que Lisa se hubiera convertido en una hija responsable, pero Jennie no sabía si era bueno o malo tenerla rondando.

-¿Ahora no llamas? - dijo Jennie intentando sonar desinteresada.

-Es mi casa - dijo Lisa llanamente, mirando a Dani con una ceja alzada -. Shanon me ha pedido que te pregunta si vas a ir con alguien a la cena de mañana.

Jennie había invitado a Sam, diciéndole que sin él aquella fiesta de compromiso llena de cuarentones sería insoportable. Pero eso Lisa no lo sabía. Jennie se volvió hacia Dani.

-¿Quieres venir conmigo? - le preguntó, pillándola por sopresa, esforzándose por no mirar a Lisa por el rabillo del ojo.

-¿Mañana por la noche? - se aseguró -. Sí, claro.

-Genial - sonrió Jennie. Se sentiría como que estaba usándola si no se sintiera genuinamente cómoda con ella. No tan cómoda para sentarse en la cama a su lado, sin embargo. Miró a Lisa -. Dile a mi madre que tengo una cita para mañana.

-Genial - masculló Lisa antes de darse la vuelta y marcharse dejando la puerta abierta.

-¿Es una cita? - inquirió Dani con media sonrisa cuando la rubia se hubo ido.