Trouble - Jenlisa +18 G!P

Downtown

There's a place downtown where the freaks are going out

Jennie [Trigger Warning/Transfobia]

Sam la miraba boquiabierta desde el otro lado de la mesa del comedor. Cuando había entrado en clase de Literatura y su nueva amiga procedente de Misuri le había dicho que tenía algo que contarle, no había esperado que dicha historia fuera un romance prohibido y oculto con Lalisa Manoban, que además de la heroína de Sam, era su hermanastra.

Jennie le había contado con una servilleta arrugada entre las manos su primer beso, la forma en la que Lisa la cuidaba - omitiendo su historia - y lo que pasó en el concierto hacía un par de semanas. También le había enseñado su tatuaje, echándose a un lado por un momento su uniforme de animadora. Simplemente había necesitado desahogarse.

En aquellas dos semanas desde el concierto, Lisa y ella habían hablado, pero no del tema del que ambas se morían por hablar, se habían visto pero nunca a solas y nunca fuera de la casa de los Manoban. Era lo mejor. Aunque Jennie casi hubiera preferido que Lisa no hubiera intentado besarla en el concierto, porque aquello había significado que ella también la quería de algún modo, también la deseaba, también la anhelaba o como queráis llamarlo. Sería más fácil de llevar si siguiera pensando que sólo era un crush unidireccional con su hermana mayor. ¿Qué pasaría con ellas si sus padres no estuvieran juntos? Jennie suspiró. Simplemente no se conocerían.

- Flipo, tía - dijo Sam -. Lisa Manoban te ha tatuado un arcoíris. Es como pasarte un nivel con todas las estrellas. Que fueras su hermana ya me parecía una victoria, pero un romance prohibido es mucho mejor.

- No es ningún romance - farfulló Jennie.

-Ya - dijo Sam -. Me asombra tu autocontrol. Si yo tuviera la oportunidad de tener una aventura clandestina y súper sexy con Lisa Manoban no me lo pensaría. Estaría de rodillas antes de que me lo pidiera, tú me entiendes. - Jennie no pudo evitar reírse mientras le tiraba una patata, sintiendo el rubor en sus orejas -. Si no fuera gay, claro.

- ¿Estáis hablando de la hermanita de Kim?

Sam y Jennie miraron con desdén a Karen McIntosh, que se sentaba en la mesa acompañada de su novio. Cuando esa estaba cerca no podía traer nada bueno.

-¿Qué quieres, McIntosh? - gruñó Sam.

-¿Por qué iba a querer algo de ti, Sammie Sammie? - se burló -. Por si lo has olvidado soy capitana de animadoras y Jennie está en el equipo. ¿No puedo hablar con ella?

-¿Qué pasa? - cortó Jennie.

-Bueno, os he oído hablar de tu hermana - dijo, aún siendo consciente de que no eran hermanas de verdad -. ¿Sabes que mi hermano y ella fueron juntos a clase?

-Algo he oído.

- Sí, yo también he oído cosas. Pensaba que no podías caer más bajo que juntarte con Sam Turman, pero según mi hermano el grupito con el que te juntas es mucho peor. Holgazanes, comunistas, artistas... lo peorcito. Y aquí no somos homofobos, Kim, somos americanos, y hay valores que no promovemos en el equipo.

-¿Valores como la homosexualidad? - preguntó Jennie con una ceja alzada, preguntándose si Karen sabría del tatuaje que esperaba bajo la tiranta de su uniforme de animadoras.

-No, a mí mientras me dejen en paz y no impongan sus cosas me da igual, pero, esa Manoban...

Jennie se tensó en su asiento.

-¿Qué pasa con Lisa?

-Bueno, si de verdad se llama así... Mira, Jennie, sé que eres coherente y lo entenderás. Me da igual en qué secta se metan esos maricas de tus amigos, pero hay cosas que simplemente son una abominación. Tu... hermanastra es una ofensa a los valores americanos.