You never know

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I've heard enough
i've heard enough
of the things that i'm not

Shanon estaba a punto de entrar en pánico.

Siempre había querido ser una de esas familias del lago. Siempre había querido relajarse frente a una chimenea, que Jennie creciera pasando los veranos al aire libre. Y la oportunidad había llegado, Jennie ya era mayor, pero estaban allí. Y hubiera sido perfecto, de no ser por las lluvias torrenciales.

Una tormenta había caído durante la noche de su primer día allí y aún no había terminado, aporreando el techo de la cabaña con sus gruesas gotas de lluvia. Ni lago, ni excursión, ni nada. Ni marido, casi. Pete llevaba raro desde que salieron de Nueva Jersey, y aquel día se había excusado después del almuerzo diciendo que tenía jaquecas. Y allí estaban, todos los demás alrededor del fuego escuchando de fondo las noticias locales, el único canal que seguía en pie tras el temporal.

Jennie suspiró, aburrida. Su abuelo en el sofá a su lado, su abuela y su madre hablaban de parientes lejanos y Lisa estaba allí, encaramada a un sillón individual garabateando en un cuaderno sobre sus rodillas con cara de concentración.

Todo sería mejor si no estuviera lloviendo, en aquel momento estaría con ella dando una vuelta por los alrededores, o si sus padres y sus abuelos hubieran salido, sería ella la que estaría reposando sobre su regazo y no aquel estúpido cuaderno al que le estaba dedicando toda su atención.

Incluso si pudieran irse a alguna de las habitaciones. Y no estaba hablando de sexo, eso sería temerario incluso para ellas. Quería tumbarse en silencio y recibir sus suaves caricias en la nuca, sentarse en la cama con sus piernas echadas sobre su falda, hablando de cualquier cosa. Quería apoyarla en aquel trago que estaba pasndo. Sólo ellas dos.

Pero Lisa estaba evitando a su padre, y eso incluía estar en el piso de abajo si él quería dormir.

-¿Jennie? - llamó su abuela, como si le hubieran estado hablando.

-¿Mhm? - dijo ella, dándose cuenta de que se había quedado embobada con las contracciones de la mano de su novia.

-Decía que cuándo vas a volver a Misuri.

Jennie abrió la boca, y miró a su madre en busca de ayuda. Parecía no saber lo que decir. Los ojos de Lisa se habían levantado del cuaderno.

-Eh... Abuela, yo no creo que vuelva a Misuri.

La abuela Kim hizo un gesto de sorpresa. ¿Cómo que su nieta iba a quedarse en aquella ciudad lejana y no volver nunca a su hogar?

-¿Cómo?

-Sí, bueno... Termino el instituto este año y la Universidad de Nueva Jersey ofrece algunos grados que me interesan y...

-¿Qué tiene de malo la universidad de Misuri? ¿Por qué tienes que ir a la universidad? ¿No has contemplado otras opciones?

-¿Otras opciones?

-Verás, Jennie, no todas las mujeres sirven para ir a la universidad.

Aquello sí que molestó a Lisa. A ella podía atacarla hasta cansarse, pero no se jodía con Jennie, no se jodía con su futuro o con su talento. Agradeció que Shanon interviniese.

-Mamá, está decidido, Jennie quiere hacer Literatura.

Lisa se sorprendió y miró a Jennie, que la observaban con un "te lo iba a contar" en los ojos. Lisa le sonrió para decirle que no estaba molesta. Jennie y ella habían estado hablando de carreras universitarias, pero no sabía que se hubiera decidido ya. Lisa volvió a una idea que le estaba rondando por la cabeza desde hacía días, que antes habría sido impensable, pero ahora que su padre lo sabía, ¿qué más daba?

Trouble - Jenlisa +18 G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora