"No quiero ir a clase" dije en un tono gruñón, el fin de las vacaciones llegaba y cada vez el pensamiento de regresar me ponía enferma "nunca más"
"Tienes qué" dijo él tomándo su lugar junto a mí en el sofá
"Pero no quiero"
"Suenas como una niña pequeña" se rió "Además; la escuela no puede ser tan mala"
"Me hace llorar"
"Hay varias cosas que me hacen llorar" dijo él "Y no necesariamente son malas. Aunque estoy seguro de que la escuela no te hace llorar" añadió con un tono burlón al final
"Dime una"
"No sé" dijo, se quedó pensando unos segundos más "Es algo difícil de hablar ¿Lo crees?"
Asentí. El continuó cambiando de tema- yo me estaba acostumbrando a eso- e hizo la pregunta del día
"¿Duermes con animales de peluche?"
"Los tengo" dije "Pero están guardados" contesté cortamente para volver a la conversación; los ultimos días el se negaba a hablar sobre sus sentimientos. Parecía que habíamos cambiado papeles, y la lista era solo una excusa para no profundizarnos en algo.
"Eso es bueno" contestó rápido "No es como que a los dieciséis años aun duermas con un koala azul"
No pude evitar soltar una pequeña risa, pero el pensamiento no dejó mi cabeza.
"Ash" dije
"¿Sí?"
"¿Te pasa algo?" Lo miré "Cómo... ¿Algo malo? No se me ha olvidado cuando faltaste a clases casi dos días seguidos. Y ultimamente actuás diferente"
"Estoy bien" sonrió "Lo prometo"
No le creí. Pero no quise admitir que Ashton fuera capaz de romper una promesa.
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ashton no es vampiro se los juro
