Diario de Cuarentena

24/10/2020

Sabado.

Desde que empezó el colegio y que mi hermana se ha ido de casa, todo se ha vuelto más complicado. Mis clases empiezan a las 8, las de mi hermano a las 9 y mi madre empezaba a trabajar entre las 7:30 y las 8. Así que tenía que llevar a mi hermano al aula matinal. 

Para quien no sepa, el aula matinal es como una pequeña clase de actividades que hacen en primaria por si los padres o familiares no pueden llevar a su hijo a la hora que empieza la escuela porque trabaja antes. 

Como en mi caso, por ejemplo. 

El problema es que la escuela de mi hermano estaba muy lejos a la mía. En general, mi casa está muy lejos a mi instituto. Ya que es una escuela exclusiva de artes y solo hay una en la ciudad. Incluso mucha gente de pueblo viene a la ciudad para cursar ahí el bachillerato. 

El aula matinal comienza a las 7:30 y mi bus también pasa a las 7:30. O sea, me es imposible coger el autobús. Por eso tengo que ir andando. Tardó media hora, el problema es que para llegar todo son cuestas hacia arriba. Así que mis gemelos me duelen mucho durante todo el día, encima yo soy muy propensa a que me den tirones por mi falta de potasio. 

Las clases al principio fueron más o menos normales, hasta que a cada curso de bachillerato nos dividieron en dos. O sea, ya no solo eres del curso 2° Bachillerato A o B. Sino que ahora eres del curso 2° Bachillerato A o B, grupo 1 o 2. Así nos vamos turnando los días. Un grupo va una semana lunes, miércoles y viernes y el otro martes y jueves. A la semana siguiente se turnan. 

El grupo que estaba en casa, hasta hace poco no hacía nada. Era como un día libre para ellos. Por eso íbamos tan lentos en las asignaturas y eso era malísimo para Selectividad. Ya que el examen está a la vuelta de la esquina. 

La semana pasada por fin colocaron unas cámaras. Las cuales retransmiten en directo a la clase, así podemos verla desde casa. 

Las clases iban bien, sin ningún problema por delante. Estaba bien, realmente me gusta este  método. 

Todo cambio ayer. 

Creo que ya os dije que mi madre es enfermera y que durante la pandemia ha estado en contacto con personas con Covid. Esto era directamente con personas que estaban enfermas. No se había infectado en ningún momento.

Ayer volvió del trabajo llorando. En la residencia había muerto un hombre que ella admiraba mucho. Me lo describió como un hombre generoso y bondadoso. Muy diferente a los abuelos que había en la residencia. Ya que esta era una privada y los abuelos eran muy tikismikis. Pero este no lo era. Pilló el Covid. Mi madre estaba segura que él lo superaría porque hasta hace poco estaba sano y con muchas energías. Ayer dio su último aliento. El virus lo había vencido en tan solo tres días. De estar perfectamente, a estar muerto. 

A las personas no se les permitía cambiarles de ropa cuando mueren, pero mi madre le metió en su bolsillo su paquete de tabaco. Ya que ella siempre le decía que no fumara y él lo seguía haciendo entre risas. 

Hoy por la mañana, 7:30 de la mañana. Mi madre se va a trabajar de nuevo. Se supone que volverá para las 8 de la tarde. Pero llama a la puerta a las 9 de la mañana, la esperó en la puerta hasta que suba. Como siempre hago, para acogerla con un beso y un abrazo. Pero esta vez tuvimos una pequeña conversación que hizo que mi mundo se viniera abajo. Empieza mi madre hablando. 

- Quítate y no te acerques. No dejes que tu hermano entré a mi cuarto. 

- ¿Positivo?

- Sí. 

Me quité de la puerta y me aleje por el pasillo. Le deje entrar y le explique normalmente la situación a mi hermano. 

Mi madre tiene el Covid. Es cuestión de días que me de a mi o a mi hermano. 

Solo esperó que todo salga bien y que no le ocurra nada malo a mi madre. Me moriría si le pasa algo. Aunque hoy ya he llorado lo que tuve que llorar. Obviamente en silencio, no puedo dejar que mi hermano me vea mal. Solo tiene 7 años, no entiende lo que pasa y no quiero que lo entienda. 

A partir de hoy, volveré a actualizar esta obra casi a diario. Ya que vuelvo a estar confinada.