ᴘᴀʀᴛᴇ ᴄɪɴᴄᴏ

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Sigo caminando por las calles desoladas, el silencio que me ahoga es estremecedor y el aire parece soplar temeroso de ocasionar algún sonido que pueda declararme.

No he dejado de mirar a todos lados, intentando, intentando que mi linterna alumbre más allá de la oscuridad que parece infinita. Estoy atento a cualquier mínima cosa que parece infinita. Estoy atento a cualquier mínima cosa que pase a mi alrededor, con todos y cada uno de mis sentidos alerta, mi cuerpo tenso de pies a cabeza y una gota de sudor resbalando por mi nuca.

Estoy aterrado.

Y ese pensamiento me lleva a Felix.

No puedo evitar pensar que, si aún está vivo, debe estar pasándola terrible, en medio de la oscuridad sin manera de saber qué le acecha a su alrededor. Y al mismo tiempo quiero llorar porque cuando pienso en él, siempre está la frase "si aún está vivo". No quiero pensar en lo negativo, pero si Felix no se ha comunicado conmigo, y consideremos que aún no hay señal, no creo que sea algo bueno.

Sigo mi camino hasta el supermercado, agradeciendo mentalmente porque no se encuentra tan lejos de donde vivo con Felix.

La luz de la linterna titila ante el temblor de mi mano y eso sólo hace que refuerce mi agarre sobre está. El bate en mi otra mano es igualmente tomado con fuerza e incluso respirar para mí ya es díficil por el miedo a hacer ruido.

Mientras alumbro, escucho a unos metros de donde me encuentro pisadas que cada vez se vuelven más fuertes.

La respiración se me atasca en la garganta y mi corazón sale catapultado de mi pecho. Me desvío hasta un auto y apagó la linterna, escondiéndome en la zona más oscura posible detrás del auto.

Uno de los faroles ilumina lúgubremente  la calle.

Trato de que mi vista se adapte lo más pronto posible a la penumbra del lugar, y cuando lo hace, noto a una persona que corre a toda velocidad. Lo veo quedarse de pie como una estatua justo donde yo me encontraba antes, y cubrirse la boca con una de sus manos mientras toma profundas pero silenciosas bocanadas de aire. Entonces, al voltear mi vista, noto que hay varias ¿Personas?, De pie por todo lo ancho de la calle. Sus ropas están manchadas de sangre, y aunque no alcanzo a distinguir bien sus rostros debido a la poca iluminación, tengo la sensación de que tienen la mirada perdida.

Están tan quietos que me perturba en magnitudes imposibles de describir. Es como si frente a mí hubiera un museo de cera.

Aguanto la respiración y no me muevo, ni un pelo, esperando lo que sea que vaya a pasar.

Volteo a ver a la persona que aún se cubre la boca con su mano, y descubro que gruesas lágrimas se deslizan por sus mejillas. Y no le culpo, yo estaría en las mismas condiciones.

Noto que voltea a ver a las criaturas que están de pie a sus espaldas. Lo veo moverse un centímetro, y dar un un paso en silencio; dos, luego tres, y en el cuarto, ¡Crack!, Una rama cruje bajo la suela de su zapato.

Veo que voltea aterrado hacia atrás, y siguiendo su mirada, volteo también sólo para notar a las criaturas comienzan a correr exactamente en la dirección donde él se encuentra. Sus gritos me desgarran los tímpanos y aprovecho la algarabía de sus llamados de auxilio para escabullirme del lugar.

Suelto el aire que estaba reteniendo cuando me he alejado lo suficiente del lugar, aún siendo silencioso.

Y sin darme cuenta, he comenzado a llorar. Porque todo lo que puedo pensar en este momento es que he logrado salvarme pero. ¿Y si Felix no lo logró?

ɴᴏ ʜᴀɢᴀꜱ ɴɪɴɢÚɴ ʀᴜɪᴅᴏ  [c h a n l i x]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora