No siquiera es como que lo medite. No necesito hacerlo.
Sé que tengo que salir por Felix.
El tener que quedarme en casa, bajo miles de pestillos no me serviría de nada, sabiendo que mi chico corre peligro allá afuera.
Le prometí que lo protegería con mi vida, y eso es lo que voy a hacer.
Aunque claro, primero debo estar preparado para lo que sea que me espere allá afuera.
Por eso, en la cocina, ya con una mochila en la mesa, meto unos cuantos cuchillos, y regreso al armario de dónde saco un bate de béisbol de metal y otro de madera que ensarto en la mochila. Meto linternas, vendajes, y pilas para las linternas. Todo en un tiempo récord.
En menos de tres minutos ya estoy frente a la puerta, con el bate de metal en la mano y una linterna en la misma.
Tomo un respiro profundo antes de abrir la puerta y salir de la "seguridad" del departamento.
Cierro la puerta a mi espalda y camino rápido pero lo más silencioso posible, siempre viendo hacia todos lados. El pasillo parece estar, con cada paso, más angosto, da la sensación de que comienza a atraparme entre sus paredes. Me dejaron, mientras, si baja por el elevador o por las escaleras, pero al final decido ir por las escaleras.
El lugar está desierto, no hay ningún sonido más que el de mis pasos bajando piso a piso, y cuando llego a la recepción, cierro los ojos un momento antes de ir hasta la puerta del edificio y encender la linterna.
La electricidad dentro del edificio funciona perfectamente, por lo que no he ocupado la linterna en mi trayecto, pero pasando las puertas el cuento es otro totalmente diferente.
No es sólo que no hay luz del sol, sino que tampoco funcionan los faroles de las calles y no todas las casas y/o negocios se mantienen la luz encendida (seguro para llamar menos la atención), por lo que hay una inmensa oscuridad que a ratos se vuelve penumbra.
Temo que la luz de la linterna llame la atención de algo desagradable, pero también temo toparme con algo desagradable si no veo por dónde voy.
Me ajusto la mochila a la espalda y suelto un suspiro, y dándome ánimos enciendo la linterna, afirmó mi agarre sobre el bate y salgo del edificio.
Jamás había estado en un lugar tan silencioso, ni siquiera las bibliotecas. Y es perturbador en muchos sentidos porque ni siquiera el cantar de los grillos está presente. Eso no me detiene, si embargo. Sigo caminando, alumbrando con la linterna y procurando ser lo más silencioso posible.
No tengo idea de qué sean exactamente esas cosas de las que me tengo que cuidar, sé que tienen el aspecto de una persona, pero hasta ahí. No sé qué les atrae, no sé si tienen sus cinco sentidos activos o si no les funcione la vista, el oído o el olfato, no sé si tengan visión nocturna, si sean atraídos por el aroma a humano en sí, por la sangre... ¡No sé absolutamente nada! Pero tendré que averiguarlo si me llego a topar con alguno, escanear sus movimientos, analizar qué cosa les atrae, sus puntos débiles y alguna ventaja sobre ellos. No puedo darme el lujo de ir todo el tiempo a lo desconocido, o de lo contrario podría no sólo mi vida en riesgo, sino la de Felix
Eso claro...
Si es que él aún está con vida.
ESTÁS LEYENDO
ɴᴏ ʜᴀɢᴀꜱ ɴɪɴɢÚɴ ʀᴜɪᴅᴏ [c h a n l i x]
غموض / إثارةMantén la calma, respira profundo, seca las lágrimas de miedo, camina con cuidado. Y pase lo que pase, no hagas ningún ruido. •Esta historia no me pertenece, todos los créditos a DANUs_room •Tengo autorización de hacer esta adaptación •Contenido ho...