Capítulo 5

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Habían pasado varios días desde aquello, pero seguía recordando aquella noche porque realmente me había marcado lo que dijeron. Desde ese momento no volví a hablar con ellos debido a que durante esos días estuve ocupada planteándome buscar algún trabajo para el verano, no quería que se acabara sin haber hecho algo beneficioso, además algo de dinero para tener algún que otro capricho nunca venía mal.

Había estado hablando con mis padres sobre ello y lo veían bien porque así no me pasaría todo el verano haciendo el vago en casa y aprendería a ser más responsable y a madurar un poquito más.

Estaba en el centro de la ciudad mirando cualquier lugar donde apareciera un cartel donde pusiera "se busca personal". Estaba costando más de lo que pensaba, no había prácticamente ningún local donde necesitaran a alguien y si lo había no tenía la edad suficiente ni experiencia en ello.

-  ¿Chica del helado? -dijo alguien que había detrás de mí, iba andando por la calle y me giré para ver quién era.

-  Mmm... ¿Kai, el chico del super? -dije su nombre un tanto insegura.

-  Correcto, ¿y tú eres la señorita...? -me preguntó.

-  Alba, me llamo Alba -respondí sonriendo mientras estrechábamos las manos.

-  ¿Qué te trae por aquí? -dijo con curiosidad, vi que iba vestido con el traje de una heladería por lo que parecía en el dibujo.

-  Estoy buscando trabajo para el verano, pero es un poco complicado ¿y tú? -le respondí.

-  Voy hacia la heladería donde trabajo, de hecho estamos buscando a alguien para servir helados en la terraza, si te interesa puedo comentárselo a mi jefe.

-  ¿De verdad? ¡sería estupendo! -dije interesada.

-  Ven conmigo, cogemos tus datos y de paso te tomas un helado -me comentó.

-  Vale.

Nos dirigimos hacia una heladería llamada Damass, era agradable por los colores pastel que tenía en sus paredes, parecía sacada de una película de los ochenta.

Entramos y Kai fue a hablar con una de sus compañeras de trabajo para comentarle que quería ocupar ese puesto. Ellos dos me ayudaron a rellenar el papel para entregárselo al jefe.

-  ¿Cuántos años tienes? -me preguntó Kai.

-  Diecisiete -respondí.

-  ¿Número de teléfono? - preguntó su compañera.

-  Seis, cero, nueve... -dije mientras la chica lo iba apuntando.

-  Me lo apunto -dijo Kai guiñandome un ojo mientras su compañera se reía.

-  Esta tarde vendrá nuestro jefe, se lo diré y seguramente mañana te llame para decirte algo -me comentó su compañera, la verdad es que era muy maja y no tendría más de 30 años.

Después de eso Kai comenzó a trabajar, me pedí un helado, el mismo de siempre por no variar, y me dirigí hacía una de las mesas que había al lado del cristal que daba hacía la calle.

Mientras me comía el helado miré el teléfono porque recibí un mensaje.

Theo: Hola, ¿qué tal?. El otro día me sentí muy cómodo hablando contigo, eres afortunada porque pocas personas lo saben. Hace varios días que no quedamos, ¿nos vemos por el centro? 😄

Alba: ¡Vale! Yo estoy en una heladería llamada Damass 🍦.

Al terminar de escribir eso solté el teléfono sobre la mesa, me llevé una cucharada de helado a la boca, miré hacía la calle y delante mía estaba Theo de espaldas. Me sorprendió verlo ahí, no me lo esperaba y casi me atragantó con el helado. Theo se giró hacía mí, pero no me vió, miró hacia arriba buscando el nombre de la heladería y volvió a mirarme, esta vez me reconoció, sonrió y me saludó con la mano.

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⏰ Última actualización: Dec 07, 2020 ⏰

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