Capítulo 46: "Estoy lista"

925 30 12
                                    

 Este cap se lo dedico a Carola que me pidió algo en especial.  Bueno, ahí está Caro, aunque....

NARRA PETER

Tini había quedado dormida con la cabeza en mi pecho pero algún tiempo después volteó separándose de mi, no resistí y la abracé por la espalda quedándonos en cucharita. En este mismo momento tomó mi mano y llevó hacia cerca de su cara. En esta posición dormimos y amanecimos.

Abrí mis ojos y sentí su dulce perfume, mi nariz estaba justo en su cuello libre de su cabello. Su pecho levantaba y bajaba tranquilamente y el aire que entraba y salía de su nariz chocaba mi mano que ella no había soltado toda la noche. A pesar de estar horas sin moverme, no me incomodaba, tenerla entre mis brazos era lo más importante. Sus rodillas estaban dobladas dando espacio para encajar mis piernas en las de ella.

Me quedé mirando su perfil, era el más lindo que ya había visto en toda mi vida. Me di cuenta que amanece linda, no era el maquillaje que la dejaba asi, su belleza era natural. Cada minuto que pasaba me enamoraba más. Me emocioné al intentar calcular todo lo que la amaba.

-Buen dia, princesa –dije besando su cabello  luego de un tiempo admirando su perfección

-Porque estoy acá?–preguntó volteando para mirarme un poco asustada         

-Te quedaste dormida tan profundamente que me dio mucha pena despertarte y llevarte de vuelta a casa, por eso estás acá –contesté sonriendo 

-Pero Peter, no avisé a nadie, me van a matar –dijo preocupada sentando en mi cama

-Está todo bien. Avisé a tu mama y me entendió –le expliqué tranquilándola y tomando sus brazos para volver a los míos

-Entonces si, buen día –me respondió más calmada y le di un pico

-Me encantaría que te quedarás hasta que me vaya. Te parece?

-Siii –respondio eufórica- Pero antes tengo que hablar con mi mama

-Ahora no –la abrace con fuerza uniendo su cuerpo al mío- Solo quédate conmigo

-Es un minuto nada más. Asi podré estar más tranquila, ok?

-Bueno si –le contesté y agarró su cartera yéndose al baño –Es normal en tu casa hacer llamados en el baño? –pregunté divertido

-Charla de chicas, mi amor.. –contestó con media sonrisa y desapareció de mi vista

Unos minutos después volvió sonriente porque Mariana había permitido pasarnos todo el finde juntos, con la condición de que ni Fran y menos Alejandro se enteraran porque no entenderían.

-Mi amor, porque me despertaste tan temprano? Vos me odias? –preguntó

-Para besarte todo lo que no pude a la noche. Yo te amo con toda mi alma, no podría odiarte ni queriendo. –respondí acariciando su cabello

-Bueno si es asi podés despertarme cuando quieras –me respondió y la besé en los labios

Me abrazo y mientras nos besábamos acariciaba mi pelo, yo hacía lo mismo en su mejilla.

-Sabías que sos perfecta hasta cuando duermes? –pregunté al separarme de sus labios

-Peter! –advirtió- Te quedaste mirándome??

-No pude no hacerlo, princesa –respondí sonriendo y ella se sonrosó.

Me dio extrema ternura y volví a besarla. Rápidamente y sin intención, el beso fue subiendo de temperatura. Sus manos recorrieron mi cuerpo y yo sentí que estaba permitido hacerle lo mismo. Con suavidad mis manos dejaron su cara para empezar a recorrer su cuerpo. Tini dejó escapar un pequeño y contenido gemido en mi boca. Me separé de sus labios. Ella abrió sus ojos y viendo que no volvería a besarla, volteó dándome la espalda, la abracé.

-No me toques –dijo enojada empujando mis brazos

-Que pasa?? –pregunté asustado por su reacción

-Pasa que todas las veces que nos besamos vos te apartas de mi así que no me toques más –respondió enojada

-Mi amor, eso lo hago por vos –no me hizo caso- Mirame –tomé su cara en mis manos- Hay momentos que no puedo seguir  para no zarparme, por eso me separo de vos. Tenés que entenderme también..

-Pero Peter, yo…yo quiero.. –se calló

-Que??

-Que yo quiero…digo, que estoy lista –susurró- Mi amor, quiero hacer el amor con vos.. – paso sus manos por mi cuello

-Deberías de haberme dicho antes –volteé para quedarme encima de ella y la besé con todo el deseo que venía guardando desde que la conocí. Mis labios bajaron hacia encontrar su cuello, la besé ahí haciéndola suspirar mientras acariciaba mi pelo. Saqué mi remera apresurado por sacar la suya y sentir mi cuerpo junto al de ella..

-Princesa, estás segura? –pregunté mirando sus ojitos color miel

-Si, mi amor –me agarró el cuello para volver a besarme.

Suena el teléfono

-Tengo que contestar –intenté ignorar mi teléfono pero era la música de Cris, y cuando me llamaba era algo importante – Princesa.. –la advertí para soltarme- Es Cris, no puedo rechazar.

-Habla rápido –me pidió al dejarme agarrar el teléfono

LLAMADO CRIS-PETER

-Hola Cris.. –dije decepcionado pero sin dejarla darse cuenta

-Hola Pit, como estas? Te llamaba porque tienes que venir ya a firmar unos papeles del viaje!

-Como? No Cris, por favor, ahora no puedo, te juro que no puedo.. –supliqué

-Lo siento Peter,  es una cuestión profesional. Ya están todos acá, tienes  que venir ahora mismo. Hasta luego!

FIN DEL LLAMADO

Cris cortó el llamado antes que pudiera contestarle. Era la primera vez que me arruinaba algo.

LA PUT* MADRE -pensé

-Princesita, no me pegues, por favor. –dije con miedo de que se enojara

-Tranquilo, es tu trabajo, cuando vuelvas lo arreglamos.  Andá a darte una ducha porque asi no podés salir –respondió divertida señalando mi bulto. Me avergoncé y fui a al baño.

Me duché, me despedí de Tini y me fui. Lo que me tranquilizaba era que antes de que ella se despertara le había preparado el desayuno y armado en la mesa del balcón, al menos esto…

Llegué a casa de Cris con cara de pocos amigos, saludé a todos y pedí que lo hicieran lo más rápido posible, no me hicieron caso y tardaron 2 horas explicando cosas que yo ya estaba cansado de saber. Al fin firmamos los papeles y me fui de allí así que pude.

Más allá de mis deseos estaba la preocupación por haber dejado a mi novia sola en la primera vez que fue a mi casa. Sentía que ella me necesitaba a su lado.  Pasé a mi condominio, estacioné el auto y subi las escaleras corriendo. Seguía en el cuarto, así que fui eufórico a su encuentro.

-Hola princesa, volví.

Tiniter FicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora