Me di la vuelta y vi a Jackson sentado en una esquina del pequeño vestíbulo. Tenía un aspecto fabuloso con un jersey de cuello vuelto de color verde oscuro, apartado de la cara el pelo negro. Me sonrió al cruzar la mirada conmigo, y me acerqué para sentarme a su lado.
—Dios, eres un acosador de verdad.
—Bueno, bueno. Qué presuntuosa. Sólo he venido a recoger mi abrigo.
—Ah. —Me sonrojé, sintiéndome como una idiota—. ¿Llevas mucho tiempo esperando?
—No mucho. En realidad, probé primero en la tienda, pensando que resultaría menos «acosador».
—Es mi día libre. —Bajé la mirada al estallido de color que tenía en los brazos—. Gracias por las flores. No hacía falta que me regalaras nada para recuperar tu abrigo.
Jackson se encogió de hombros; aquellos ojos chocolates me estaban volviendo loca.
—Cierto, pero supuse que podrían animarte a salir a tomar algo esta noche.
Así que tenía otros motivos.
—Otra vez esto no...
—Hey, si querías evitar «esto», no deberías haberme embaucado anoche. Ahora es demasiado tarde. Lo mejor sería evitar la larga agonía y terminar de una vez. Es como arrancarse un esparadrapo. O amputar una pierna.
—Guau. ¿Quién dice que ya no queda romance en el mundo? —A pesar de mi sarcasmo, la agudeza de Jackson me parecía un cambio refrescante tras el tenso ambiente con Mark.
—¿Entonces, ¿Qué? ¿Significa eso que claudica por fin, general? Cierto es que habéis librado una digna batalla eludiéndome hasta ahora.
—No sé yo. Te has presentado en mi casa. Aparentemente no se me da muy bien eludirte. —Cuando se limitó a quedarse esperando, mi sonrisa se apagó. Suspiré, estudiándolo e intentando adivinar sus intenciones—. Jackson, pareces buen tipo y todo eso...
Soltó un gemido.
—No. No empieces por ahí conmigo. Nunca es buena señal cuando una mujer dice «eres un buen tipo». Eso significa que está dispuesta a darte calabazas a las primeras de cambio.
Sacudí la cabeza.
—Es sólo que en estos momentos no me interesa empezar algo serio con nadie, nada más.
—Guau, ¿«empezar algo serio»? Frena el carro, bonita. Que no te estoy pidiendo que te cases conmigo ni nada por el estilo. Sólo quiero salir contigo alguna vez, a lo mejor ir al cine, cenar y tomar algo, eso es todo. Un beso al final de la velada si tengo suerte. Qué leches, si hasta eso te parece demasiado fuerte, nos damos la mano y tan amigos.
Eché la cabeza hacia atrás hasta apoyarla en la pared, y permanecimos así un momento, tomándonos la medida mutuamente. Sabía que era perfectamente posible que un hombre y una mujer salieran juntos sin que la cita desembocara en sexo de forma automática, pero en mi caso no funcionaba así. Mi instinto me llevaba a buscar el sexo, y al mirarlo, comprendí que ese impulso sería irresistible con independencia de mi necesidad de alimentarme como súcubo. Me gustaba su físico, su atuendo y su olor. Me gustaban especialmente sus bufonescos intentos de cortejarme. Por desgracia, no podía desactivar la destructiva absorción de mi naturaleza, aunque quisiera. Ocurriría por sí sola, probablemente de manera intensa con él. Incluso el beso con el que bromeaba le robaría una parte de su vitalidad.
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Succubus [M.T]
Fanfiction❝ Si hablamos de trabajos infernales, ser un succubus parece ser bastante glamuroso. ❞ 🌸 Adaptacion del libro original Succubus blues. 🌸 Derechos reservados obviamente a la autora original Richelle Mead. 🌸 Primer libro de la saga de Georgina Kinc...