𝕾𝖍𝖊𝖘𝖙'

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Informenme si hay algun error, grax <3

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Al día siguiente me desperté decidida a ir a ver a Erik y descubrir la verdad sobre los cazadores de vampiros. Entonces, mientras me cepillaba los dientes, recordé la otra crisis del día anterior.

Mark Tuan.

Terminé en el cuarto de baño con una sarta de blasfemias, ganándome una mirada de reproche de Aubrey por mi vulgaridad. No había manera de saber cuánto tiempo duraría esta visita turística con él, quizá debiera esperar hasta mañana para ver a Erik y para entonces este cazavampiros o lo que fuera podría haber actuado de nuevo.

Me dirigí a Emerald City vestida con el conjunto menos atractivo que pude encontrar: vaqueros y jersey de cuello alto, con el pelo severamente recogido en la nuca. Paige, toda sonrisa, se acercó a mí mientras esperaba a Mark en la cafetería.

—Deberías enseñarle Audiolibros de Foster y Puget cuando salgáis —me dijo en tono conspirador.

Despertándome todavía, probé un sorbo del moca que acababa de prepararme Bruce e intenté encontrarle sentido a su lógica. Audiolibros de Foster y Puget pertenecía a la competencia, aunque no era de las más importantes.

—Ese sitio es un antro.

—Precisamente —su sonrisa dejaba al descubierto sus dientes, blancos e iguales—. Enséñaselo y se convencerá de que nuestra librería es la más adecuada para escribir.

La estudié sintiéndome seriamente descolocada. O puede que siguiera distraída por el asunto de Duane. A uno no le revocaban la inmortalidad todos los días.

—¿Por qué... querría escribir aquí?

—Porque le gusta coger el portátil y escribir en cafeterías.

—Ya, pero vive en Chicago.

Paige sacudió la cabeza.

—Ya no. ¿Dónde estabas anoche? Piensa trasladarse aquí para estar más cerca de su familia.

Recordé que Mark había mencionado a su hermano, pero yo estaba demasiado absorta en mi mortificación como para prestarle mucha atención.

—¿Cuándo?

—Ahora, que yo sepa. Porque ésta era la última parada de su gira. Va a quedarse con su hermano, pero planea instalarse pronto por su cuenta. —Se agachó sobre mí con un brillo depredador en la mirada—. Ayne, un escritor famoso que se deje caer por aquí con regularidad nos dará buena prensa.

Sinceramente, mi preocupación más inmediata no era dónde iba a escribir Mark. Lo que me sacaba de quicio era que no pensara largarse a otra franja horaria a corto plazo, una franja horaria donde podría olvidarse de mí y dejar que los dos siguiéramos con nuestras vidas. Ahora podría tropezarme con él cualquier día. Literalmente, si se cumplían los deseos de Paige.

Succubus [M.T]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora