Actuar como si nada

Sirvientes y chocolates

- ¡Richard! ¡Tráeme más hielo! - grito Wally señalando su bebida.

- ¡Damian! Quiero galletas - pidió Jonathan.

- Timothy, Necesito que hagas estas ecuaciones - dijo Conner mientras señalaba su cuaderno de matemática.

- ¡Jason! Afila mis flechas - Roy señalo con el control del videojuego las fechas.

- Enseguida amo - dijeron los petirrojos con fastidio.

Llevaban dos día haciéndoles mandados y pedidos a los cuatro..¡Dos días desperdiciados! No habían avanzado en nada con el plan "Batlantern" y eso les enojaba.

Sentían que solo se aprovechaban de su situación para fastidiar, quizás por las bromas de Dick a Wally, las peleas de Damian y Jon, las veces que Jason fastidiaba a Roy o las veces que Tim usaba a Conner para sus experimentos.

Fuera cual fuera la razón no les importaba, simplemente les importaba que sus "amos" les ayudaran. Pero cada vez que preguntaban como los ayudarían les ignoraban.

Pero la linea fue cruzada en cuanto les pidieron que labaran la ropa..¡Era el colmo! Ya no aguantaría más de ese tipo de humillación..¡Bien podían pedirle a Wonder Woman y Black Canary que los ayudaran! Ellas no pedirían nada a cambio.

Gritaron con la mayor fuerza de voz que tenían y con todo el orgullo del mundo se fueron con la cabeza en alto.

Dejando a cuatro chicos sorprendidos y un poco arrepentidos...

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Por fin estaba terminado..Ya solo debía organizar el desfile en donde mostraria su linea.

Él junto a otros modelos modelarian en la pasarela, no podía haber errores. Duro un día entero tratando de convencer a los jefes de la empresa para que le dejaran sacar su linea.

Aceptaron con la condición de que el desfile fuera exclusivamente en Gotham..¿Por que en Gotham? No lo sabia y tampoco le importaba solamente quería que su ropa tuviera éxito.

Decidió comer en una cafetería cercana a su departamento, con lentes y gorra obviamente, una buena malteada y un pastel de chocolate era más que suficiente para pasar una buena mañana.

Se sentó en la mesa que estaba más cerca de la ventana dándole la vista de una tienda de mascotas que estaba enfrente.

En la vitrina se podían ver a un grupo de perritos tratando de llamar la atención de quienes pasaban pero quien verdaderamente llamó su atención fue uno que estaba apartado del resto.

Era el más pequeño del grupo, blanco y esponjoso. Diría que el perrito le miraba directamente a los ojos como si quisiera llamarlo, sus pequeños ojos negros lo hicieron pensar.

Considero que talvez su apartamento estaba un poco vacío, quizás un poco de compañía no le vendría mal el pequeño parecía bastante tranquilo y sentía que su vida era un poco solitaria.

Al terminar de comer su delicioso pastel pagó y salió con rumbo a la tienda de enfrente.

Al entrar fue recibido por ladridos y maullidos, sonrió ligeramente al ver que incluso el perrito que observaba de lejos trataba de llamar su atención.

- Buenos días - saludo al trabajador.

- Buenos días..¿En que puedo ayudarle? - pregunto.

- Me gustaría adoptar a uno de sus perritos - respondió.

- ¿Cual desea? - pregunto nuevamente.

- El perrito pomerano blanco - respondió el Jordan.

Después de hacer el papeleo pudo llevarse a Spike a su departamento para buscar su maleta.