Capítulo 18

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Mar y Hierro
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La humanidad estaba cayendo. Con el final de la tercera ronda los dioses se anteponian un paso por encima de los mortales a pesar de los sacrificios y esfuerzos que el mentiroso más grande la humanidad, Abraham Lincoln, había hecho por vencer el infinito mar sombrío del dios mesoamericano, Mictlantecuhtli.
Ahora mismo, los líderes mundiales de la gran América, no, todo hombre que ha liderado un pueblo ofrecían sus corazones y lágrimas al ver como los restos del cuerpo de este gladiador se perdían en el cielo de camino al también espectante sol.

Geir escondía su cabeza en el vestido de su hermana, ver como también la espada que acompañó a Lincoln en esta batalla lo seguía rumbo al destino incierto de la muerte le rompería el corazón a cualquier valquiria que conocía su destino si su einherjer perdía la vida en el Ragnarok, y aún así era un riesgo que debían afrontar si querían salvar a los humanos del hedonismo divino.

Brundhild entonces musitó. ─ Ella sabía lo que hacía. ─con una indiferente mirada que luego agachó.

Y aunque fuese extraño de admitir, desde el otro lado del coliseo algunos dioses no celebraron la victoria y en su defecto, Ares sólo se podía plantear una sola cosa

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Y aunque fuese extraño de admitir, desde el otro lado del coliseo algunos dioses no celebraron la victoria y en su defecto, Ares sólo se podía plantear una sola cosa.

─ Esto de alguna forma no se siente como una victoria. ─

Hermes le reprochó un: "¿Empatía?", como un intuición, lo cual Ares rechazó de inmediato y solo sirvió para causarle una risilla al dios mayordomo.

─ Es como... Tzontémoc no celebró, podría sentir que sus últimos ápices de hostilidad fueron más dedicados hacia nosotros ─se explicó, Ares.

Por lo que Hermes le dio la razón y a su vez teorizo que. ─ Mictlantecuhtli siempre fue el "malo" de las leyendas mesoamericanas, al único que respetó alguna vez fue al rey Quetzalcoatl por lo que... ─

...─ Seguramente vio en Abraham las mismas llamas que extinguió de Quetzalcoatl ─

Una voz tercera asustó a ambos dioses, ni siquiera el propio Hermes había podido prever la existencia de este tercer oyente en el camarote por lo que rápidamente ambos giraron y se llevaron la sorpresa de verlo a él.

Una voz tercera asustó a ambos dioses, ni siquiera el propio Hermes había podido prever la existencia de este tercer oyente en el camarote por lo que rápidamente ambos giraron y se llevaron la sorpresa de verlo a él

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Récord of Ragnarok: Last Hope [Pausa Indefinida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora