Capítulo 23: El gato y el demonio

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París, Francia

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París, Francia.

Mansion Agreste.

Pov. Omnisciente

Adrien no podia dejar de ver la figura de Bill quedar atras para tener delante de él al ser que le habia estado jodiendo todas las veces que le tocaba combatir akumas ¡Era él! ¡Esta ahi, en su casa! Y lo peor de todo...

¡Descubrio su identidad!

— Creo que el raton te comio la lengua, gatubela - Menciono sonriente al ver la cara de imbecil del chico delante de él -.

— Tu...tu... ¡Eres un idiota! - Menciono con bastante molestia observando al Cipher frente a él - ¡¿Como te atreves a venir a mi casa luego de joderme tanto la existencia alla afuera?! ¡¿Porque si sabias que era yo actuabas tan bien conmigo?! ¡Eres un hipocrita! -.

— ¿Terminaste? ¿O aun tienes mas llanto para la lloriqueria de la esquina? - Dijo cruzandose de brazos -.

— Es que no.... ¡No entiendo nada! -.

— Tampoco lo haras sino dejas que hable niño - Menciono el kwami cruzado de brazos - Te exhaltaste muy rapido -.

— El gato tiene razon, apenas  dije dos palabras y tu ya estabas llamando a seguridad -.

— No estaba llamando a seguridad...- Murmuro a lo que Bill señalo el telefono en su mano - Aun no la llame...-.

— ¿Puedo al menos decir algo en mi defensa? Creeme que tengo mis razones, rubia -.

— Agh...bien, mas vale que tengas una buena razon para ser tan mierda conmigo Dorè - Bill sonrio de nueva cuenta para apoyarse en su baston -.

Era hora de sacar la maraña de mentiras que tenia guardada en su cabeza.

— Vamos a ser francos, gatubela - Menciono viendole fijamente - No me inspirabas confianza cuando te conoci, ni tu, ni la mariquita - Dijo seriamente - Y cuando no confio en alguien, no voy a actuar como un hipocrita de mierda... Asi que simplemente, te trate como pense era correcto y a ella... Es una dama, no podia tratarla tan mal -.

Adrien simplemente lo observaba dudando de sus palabras mientras que Plagg lo escuchaba atentamente. A decir verdad, Bill tenia una habilidad para hablar que tarde o temprano convecia a cualquiera.

— Por lo que, me reserve mis pensamientos y trataba de ser lo menos amable posible, y como viste, contigo me fue muy bien - Adrien le vio con mala cara aun no convencido - Pero, comence a dudar al conocerte mejor en ese colegio de mierda al que me han metido porque si, esa no fue mi eleccion - Menciono - Te reconoci al instante, porque no soy un maldito ciego... El resto de tu clase necesita cirugia, urgente -.

— ¿Y si ya me habias reconocido, porque seguia tratandome tan mal? - El de ojoz negros gruño ante aquello -.

Debia sacar su mejor material.

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