Un mal intento de borrar a un demonio triangular de un solo ojo que termino mandándolo al lugar menos esperado, sin sus habilidades esperadas. Podrá este demonio coexistir normalmente con la humanidad?
Ja! Todos sabemos que no...
Lograra cumplir su...
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Pov. Omnisciente
Mientras que la ciudad de Paris caia lentamente en una noche llena de pesadillas, los kwamis de los protagonistas se encontraban tratanto de llamar al kwami de Hawk Moth, inconscientes de lo que sucedia en el mundo exterior.
— No lo lograremos Sass...- Murmuro cansada la kwami rojiza mientras que Plagg le veia con preocupacion -
— Faltan unos cuantos kwamis... Necesitamos a Duusu, hace tanto que no sabemos nada de ella...- Menciono el kwami de la serpiente mientras que Plagg pensaba en algo -.
— ¿Y si traemos a Wayzz? -.
— No habra oportunidad de contactar a Nooroo hasta su proximo cumpleaños ¡Ve por él! - Plagg asintio para dirigirse fuera de la caja, llamando la atencion del kwami de la tortuga quien le vio algo extrañado, escuchando la peticion de este -.
— No puedo...- Dijo algo preocupado viendo de reojo al anciano - Tengo que hacer guardia -.
— Pero es la unica oportunidad de contactar a Nooroo... y a ¡Hawk Moth! - Insistio - Wayzz volteo nuevamente a ver al anciano para soltar un hondo suspiro; vio al kwami oscuro con una leve sonrisa ahora mas convencido -.
— ¡Esta bien! -.
Wayzz y Plagg entraron a la caja de los Miraculous para que el kwami de la tortuga tomara su lugar en el círculo y el canto comenzara de nuevo. El círculo comienza a iluminarse, empezando de afuera hacia adentro; cuando llega al centro, una onda de luz azul se disparo creando una esfera con esta y, poco después, un haz de luz se disparo hacia arriba.
Por su parte, nuestros protagonistas tenian sus propios problemas...
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— ¡No puedo romperlo! - Exclamo con terror el Agreste mientras que con desesperacion intentaba quebrar los barrotes -.
Bill ,quien observaba la situacion con bastante molestia, solto un hondo suspiro. Volteo la vista al rubio de ojos color esmeralda para luego tronar sus dedos mirando friamente al modelo quien esperaba desesperado por salir de aquel horrible encierro.
