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Título: En busca de una mejor vida.
Personaje: Jason Todd.

«Agh, la rutina de siempre que llevo desde hace tres años... ¡Cómo me fastidia!»
Me sumerjo unos segundos en mis pensamientos.

- ¡Rápido idiota, que la camisa no se plancha sola y yo la necesito!
Los gritos de mi marido hacen que salga de mi pequeño trance.
Frunzo el ceño y cierro mis puños.
- Y ni te enojes, ¡Eh! Que para eso estás.
- Sí Jackson, lo que tú digas- le reprocho molesta y lo miro de reojo.
Continuo con mi actividad hasta que la termino.
Tomo la camisa y la coloco en un gancho.
- ¡Jackson, ya está lista!
- ¡Ya era hora, carajo!- siento cómo la arrebata de mis manos con mucha furia- ¡Te tardaste demasiado!

Lo veo alejarse de mí para ir hacia parte baja de la casa.
Suspiro frustrada y niego con mi cabeza de un lado a otro.

- ¡Adiós!.
Sube las escaleras y se despide de mi con desprecio.
- ¡Adiós!- contesto de la misma manera.
«¡Ya no lo soporto más!» pienso mientras camino hacia el teléfono fijo de la casa para llamar a Jay.

Tomo el objeto y marco con desesperación.
Alguien al otro lado de la línea responde.
- ¡Allo!
- Hola, Jay.
- ¡Hola Coraline!
- ¿Puedo verte?- pregunto así sin más.
- ¡Diablos, no te oyes muy bien! ¿Pasa algo?.
- ¿Y tú porqué crees que deseo verte?- digo desanimada.
- ¡Porque soy sexy e irresistible!.
No ya en serio. Creo que tengo alguna idea de lo que me vas a decir.
- Parece que acertaste -menciono en un suspiro de cansancio- ¿Dónde nos vemos?
- Ummm... ¡Ah! En la nueva cafe que abrieron aquí en el centro de Gótica.
¿Te parece en unos minutos?
- Ahí estaré.
Estoy a punto de colgar pero su voz me detiene.
- Cariño, qué bueno que me tienes la confianza para contarmelo todo.

Sonrío ante la idea de recordar que tengo una persona a la cual le brinde mi confianza y así mismo la respete.
- En serio Jay, gracias por estar allí.
Bien, en unos minutos llego.
- Ok, nena.

Colgamos el teléfono al mismo tiempo.
Bajo las escaleras para asegurarme de que Jackson ya se haya ido.
Miro a todas partes y su coche ya no está.
«¡Perfecto!»
Subo a mi cuarto para cambiar de ropa agregar algo de maquillaje.
Abro el clóset para sacae una blusa verde y una falda de cuero entallada.
Me agacho para tomar mis botas altas color negro.
Quito la otra ropa y me pongo esta.
Me miro al espejo y sonrío ante la idea de que me veo bonita.
Ahora acerco mi mano hacia el maquillaje que tengo escondido en mi buró. Lo saco pero en cuanto escucho que la puerta de la casa se abre lo guardo inmediatamente.
El sonido de las pisadas sobre las escaleras me mantiene alerta y a la vez me hace sentir nerviosa.

Veo que Jackson entra por la puerta de la habitación y me mira de pies a cabeza con desdén. Después su mirada enojada se clava en la mía. Eso hace que tiemble y espere lo peor.

- ¡¿Qué diablos haces vestida como una prostituta?!- guardo silencio y trago saliva- ¡¿Eh?!- grita enojado - ¿A dónde vas?
- ¡Alto, Jackson me lastimas!- doy quejidos porque me toma de los brazos y me jala de ellos.
- ¡Cállate! Mejor dime a dónde carajos vas.
- A ningún lugar- mi voz se hace pequeña y aguda. Él entierra más su dedos y aprieta mis brazos con fuerza.
- Sabes que no me gusta que te vistas así.
Sé que en estos momentos mi mirada refleja terror.
- ¿Qu- qué haces aquí? ¿Por qué estás de regreso?
- Olvidé mi celular. Sabes, no tengo porqué darte explicaciones.
- ¿Y yo sí?- pregunto algo alterada deshaciendome de su agarre.
Asiente y luego me da un fuerte cachetada.
- ¡Cállate! ¡No me vuelvas a levantar la voz! ¡Y te quitas de una buena perra vez esa ropa de prostituta!- grita enojado y con una mirada terrible y amenazante.
Solo asiento soltando un par de lágrimas.
Él se aleja sin importar mi estado.

Una vez que me aseguro de que realmente se va, voy hacia mi buró y tomo mi maquillaje. Lo coloco con desesperación y deseo, pues hace muchos meses que no lo uso.
Por lo general, soy una chica que le encanta arreglarse para verse bien.
Pongo capa trás capa y color tras color, sin exagerar.
Cuando termino, guardo todo en su escondite.
Por último, arreglo mi cabello azabache y agrego perfume en mi cuello y manos.
Tomo el bolso verde que trae todo lo necesario.

Robin's bookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora