IrinaDurante el trayecto al hotel no mencioné palabra alguna, pensaba en las palabras que tenía que decirle para que creyera en mi, decidí ser honesta. -Escucha no voy a esforzarme más por convencerte de nada, tienes los echos, estoy actuando como tú o cualquier japones lo haria, con echos, ¿no suelen decir ustedes que la manera de demostrar amor es con echos?, no con palabras asi que...Takanori la razón de que decidiera salvarte fue por una canción. -Sonreí irónica. -Una canción salvo mi vida ¿Lo puedes creer? Había algo en tu voz que me impactó...Tienes algo especial tanto que mírame, no podria hacerte daño; al contrario quiero salvarte, protegerte y saber que podrás seguir ayudando a otros.-Noté que tenía su completa atención. Escucha no lograrás estar a salvo hasta que corte la cabeza de la serpiente, pero me temo que en esa última lucha no podré sobrevivir, así qué por lo menos, sé que no seré olvidada, tú me dibujaste ¿no? Al menos hay una persona que sabe de mí, dejé las sombras gracias a ti.-Me acerqué con cuidado a sus labios y le besé con amor, cómo se besa sólo a quien se ama.-Me aparté y me puse de pie para arreglar todo.-Tu descansa yo te cuido ¿si?.-Salí de la alcoba para poder vigilar desde fuera, subí mi falda, sacando un arma corta a la que cargué y quité el seguro rápido, entré a la oficina del velador y mudé mi disfraz. Monitoreaba cada movimiento y una vez que vi a una tierna mucama avise a los chicos. -Great lider cambio
-Aqui Great lider ¿Qué sucede? Terror de azúcar.
-¿Qué clase de apodo es ese? Que vergonzoso
-Fue Takanori cambio, ¿me dirás que sucede? ya dormía
-Saca a los chicos por las escaleras de emergencia, esto se pondrá ruidoso
-¡Vale, avisaré!
-Vayan a la alcoba del mánager, allí quédense, Cambio
-Entendido, -Suerte!
-Arigatou~...-Entré, abrí la puerta mirando a mi objetivo.-Yo no haría eso si fuera tú.
-Ah?.-Se giro enseguida y saco una arma larga asi que me ataje, en la oficina. Ella se acercaba, la dejé que se confiará y cuándo ya estaba al frente la golpeé con la puerta tirándola.-¡Manos arriba vaquero!
-me miró con odio.-Lárgate, no vuelvas aquí.Pov Ruki
Escuché un poco de agitación fuera de mi habitación, por el comunicador escuché a Kai decir a los demás que fueran a dónde estaba el Staff —Ruki, hay un problema, Irina está fuera— tan pronto escuché eso, me puse mis tenis y salí con cuidado; observó como aquellas dos chicas pelean a puño limpio, ambas graban sus puños sobre sus mejillas, mientras que una tropieza la otra aprovecha para soltar una patada en su estómago, miró la manera en la que Irina respira —Nunca se te dio el combate cercano durante unos minutos— dijo su rival —Por esa razón me especialice en venenos— ella desvía su mirada hacia la mía —Y yo en armas— de la manga de su blusa cae una pequeña cuchilla, que en un abrir y cerrar de ojos paso a un lado mío rozando mi mejilla y quedando clavada en la puerta —¡Ruki!— grito Irina —¡Demonios! Fallé— aquella chica llevó su mirada hacia mí y sonrió; Irina trato de darle un golpe pero aquella chica, con agilidad lo esquivo, tomo su brazo y aplicó una llave que dobló su brazo hacia la espalda para que después cayera al suelo —Lo siento cariño, ahora están en mi lista, es una pena no escucharte en Shangai, su música es realmente buena— sentí un leve ardor sobre mi mejilla; pase mis dedos sobre ella y había sangre —Ahora, jueguemos un poco con tu querido cantante— tomo la otra mano de Irina y con un cintillo las sujeto; justo cuándo me dio la espalda, tomé la cuchilla y salí corriendo, traté de tomar un elevador pero no llegaba y mi desesperación no me hacía pensar bien, toqué en varias ocasiones la puerta de la habitación de Kai —¿Que hago?— pensaba constantemente, tomé la perilla de la puerta y para suerte mía estaba abierta. Entré y cerré con seguro, —Debo de pensar en algo rápido y ayudar a Irina— sabía que no tenía mucho tiempo hasta que aquella chica llegará; miré las sábanas y las até haciendo una larga cuerda, traté de abrir una ventana pero en los hoteles es imposible —Tendré que romperla— susurré, tomé el pequeño buró de noche que está a un lado de la cama y lo arroje hacia la ventana; logrando romperla, amarré la sábana a la cama y la arrojé por la ventana. Por suerte, la habitación estaba en el primer piso, así que, era bastante fácil bajar por ellas rápidamente y correr hacía cualquier lugar, escucho como tratan de abrir la puerta a golpes —Esta es mi oportunidad— me escondí rápidamente detrás de la puerta del baño, escucho como entra y al momento en qué ve mi señuelo grita —¡Mierda!— oigo sus pasos acelerando y desapareciendo por el pasillo. Con precaución miró por el pasillo hacia ambos lados y aquella chica no está —Ya voy Irina— pensé, camino con rapidez hacia dónde ella estaba.
Golpeó suavemente su mejilla tratando que despertará —¿Porque te desmayas justo ahora?— susurré, rompí el cintillo con el que está a atada de pies y manos; la llevó hacia la esquina del pasillo esperando a que despertará —Tu señuelo fue perfecto, tarde un poco en darme cuenta— escuché, me puse de pie y dirigí la mirada hacia dónde ella estaba —¿Que le hiciste?— pregunté —Solo fue un duro golpe— ella está al inició del corredor, mientras que nosotros a la mitad del mismo, ella comienza a caminar hacia mí y yo doy un paso hacia atrás cada que ella se acerca. En un momento se encontraba corriendo hacia mí y yo retrocedí sin apartar la vista, levanté mis puños y trate de defenderme, sólo podía esquivar lo mejor que podía, recibí un par de puñetazos en el abdomen, pero ninguno que me tirará al suelo. Extendí mi puño hacia su cara, pero la experiencia de ella es mayor —No dejaré que la lastimes— hablé —Yo no lo haré, tal vez alguien más lo haga— respondió —No lo permitiré, es momento de que yo la proteja— tomé la cuchilla y comencé a pelear con ella de nuevo, sabía que si perdía está batalla, no solo moriría, sino que ella también lo haría, saqué fuerzas de mis propias palabras y acerté un par de golpes en su rostro, cambie rápidamente de mano la cuchilla, solté un golpe con el puño izquierdo que dio en su mandíbula que logró desestabilizar a aquella mujer, cayó al suelo y salté sobre ella, justo cuándo tenía aquella arma en su garganta alguien me detuvo —¡Basta! No dejaré que manches tus manos con esto— Irina finalmente había despertado —¿Salvarás a tu príncipe azul?— mencionó la chica con un enorme cansancio —Lo haré— la chica en el suelo, me empujó hacia un lado y saco un pequeño revólver y apuntó justo a Irina —No tendrás un final feliz— podía ver todo en cámara lenta; la manera en la que ella apretaba el gatillo, como la cámara de la bala daba vuelta, cerré los ojos, escuché el disparo y la manera en cómo el revólver caía al suelo. No quería abrir mis ojos —Mirame, estoy bien— escuché en susurró, abrí mis ojos y ahí estaba Irina, con una sonrisa y la pequeña cuchilla en el corazón de la chica —Irina, ¡Irina!— grité al verla desplomarse en el suelo —No por favor, no, quédate— sujete su mano y miré que tenía un dispara que atravesó su espalda —No me dejes— hablé con la garganta quebrada, con la esperanza de que mi voz de nuevo llegará a ella.
