La semana siguiente, nuestra mesa ya estaba ocupada, así que tuvimos que sentarnos en otra que, para mi buena suerte, estaba muchísimo más cerca de la del chico del libro.
Hansol había desaparecido nada más entrar a la cafetería, así que estaba solo en la mesa. Junhui llegó minutos después con su bandeja llena de comida y un zumo de naranja.
— Kwon Soonyoung. De segundo año — dijo sentándose en la silla frente a la mía.
— ¿Hm? — le pregunté totalmente confundido.
— El chico al que estuviste observando toda la semana. Se llama Kwon Soonyoung y va en segundo año
Sentí que el aire se me fue en ese momento y que la sangre se acumulaba en mis mejillas.
— No sé de qué hablas — intenté aparentar desinterés.
Pero mentalmente repetía lo mismo una y otra vez.
Kwon Soonyoung, de segundo año... Kwon Soonyoung, de segundo año... Kwon Soonyoung, de segundo año...
— Bien, haremos como que la semana pasada nos pusiste atención a Hansol y a mí en los almuerzos, y que ahora mismo no estás repitiendo mentalmente los datos que acabo de darte. Sí, no sabes de qué hablo — comentó de forma sarcástica y con una sonrisa burlona en el rostro.
El humo salió por mis oídos.
— ¿Cómo conseguiste esos datos? — le pregunté al final, derrotado.
— Estaba investigando sobre uno de sus amigos. Su información llegó sin pedirla
— ¿Cómo?
— El chico de cabello negro me gusta, así que empecé a indagar para conocer más de él. Fue así como supe que se llama Lee Seokmin, que va en segundo año y que tiene dos mejores amigos Boo Seungkwan y Kwon Soonyoung. Supe que el tuyo era Kwon porque Hansol no ha dejado de hablar de Boo
— ¿A Hansol le gustan los chicos?
— ¿Ves? Si nos hubieras puesto atención la semana pasada habrías escuchado que Hansol es bisexual, yo soy gay, y que él ha quedado prendado de Boo Seungkwan desde el martes
— Oh... — bajé la mirada avergonzado. Pero que buen amigo era ¿No? — lo siento
— No importa, ahora piensa en cómo utilizarás los datos que acabo de proporcionarte
Me sonrió complice y yo sólo reí nervioso, como estúpido.
Él era un año mayor que yo.
¿Porqué todo el tiempo estaba solo, entonces?
¿No tenía amigos aparte del tal Seokmin?
Mi ceño se frunció el haberme envuelto en muchas preguntas de las que carecía de respuesta.
Así que inconscientemente comencé a jugar con mi comida mientras vagaba mi mirada por la cafetería.
Hansol hablaba al fondo con un chico bajito, de cabello rojo y de facciones suaves, supuse que era el chico ese, Boo Seungkwan, porque mi amigo sonreía como estúpido enamorado pero coqueto.
Mi mirada siguió llendo de aquí para allá, las mesas estaban atiborradas de personas, en todas habían más de tres , unas reían a carcajada limpia, otras comían pacíficamente, luego estaba esa al fondo, dónde solo había una sola ocupándola.
Dónde Kwon Soonyoung bebía un poco de agua con gas y leía un nuevo libro.
Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll.
Sonreí inconscientemente al verlo acomodar sus gafas con pulgar e índice.
Con el codo apoyado en la mesa y la barbilla en la palma de mi mano, me permití verlo pasar las páginas, acomodar sus gafas y beber de su agua durante todo el almuerzo. De vez en cuando sacaba su plumón azul y su lápiz, y añadía un papel de distinto color.
Llegué entonces a la conclusión, de que no era un color cualquiera que usaba para marcar donde escribía.
Un suspiro escapó de mis labios al verlo padar la lengua por sus labios. No podía entender lo mucho que provocaba en mí con gestos tan simples como esos.
Entonces, él alzó la vista.
Mis ojos se abrieron en demasía, mis mejillas y orejas se calentaron a un grado exagerado y los nervios se apoderaron cada tramo de mi cuerpo, aumentando con cada segundo al notar que no despegaba su vista de la mía.
Y yo por más que intentaba apartar la mirada, no podía, porque sus ojos eran hipnóticos, de tamaño pequeño pero mirada afilada, de un café que le quitaría el sueño a cualquiera, eran simplemente hermosos.
Por eso cuando desvío su vista de nueva cuenta a su libro, me sentí extrañamente incompleto, como si su mirada hubiera sido la pieza faltante de un rompecabezas en mí que no sabía que estaba incompleto.
Sus ojos comenzaron a vagar nuevamente por las páginas del libro y cuando volteé para hablar con Junhui, noté que éste no estaba.
¿Hace cuánto se habrá ido? Ni idea.
¿Me habría estado hablando y, como siempre no le presté atención? Podía ser.
¿Estaría molesto conmigo? Cabía la posibilidad.
Un suspiro cansado salió de mis labios y cerré los ojos un momento inhalando una gran bocanada de aire.
Cuando el timbre sonó, tomé la bandeja y caminé hasta el basurero más cercano, tiré los residuos y luego dejé la bandeja en dónde iba.
Dí la vuelta en busca de Hansol o Junhui, pero en lugar de cualquiera de ellos, me encontré con Seokmin, que a pocos metros de mí, hablaba con Soonyoung, quien volvió a verme.
Ya no llevaba las gafas puestas y su mirada era más profunda, sus ojos más hermosos, más cafés, más... Todo. Me miró de soslayo por unos segundos y luego volvió a mirar hacia enfrente, yéndose de la cafetería junto a Seokmin.
La piel se me puso de gallina y una sensación de corriente me atravesó la columna.
La imágen de sus ojos se me quedó grabada en la retina y se reprodujo en mi mente el resto del día, y llegada la noche, me dí cuenta de que sus ojos estaban inundados de cafeína, pues no pude dormir más de un par de horas, pensando en que sus ojos eran los más hermosos que hubiera visto jamás.
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Razón número dos para amar a Soonyoung: sus ojos y todo lo que los acompaña (mirada, gestos,color...).
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10 razones para amar a Soonyoung [HaoSoon]
Fanfiction"Minghao está enamorado. Está enamorado de un chico que siempre lleva un libro en manos y anteojos redondos cayendo por el puente de su nariz. Minghao está enamorado y escribe diez razones por las cuales ama a Kwon Soonyoung" Advertencia ⚠️: Mención...