Episodio 4

19 6 0
                                    

Episodio 4: La realidad del   heroísmo.

.
.
.
.
.

—Es un poco repentino, pero pónganse esto y salgan al patio —dijo, sacando de su sospechoso saco amarillo un uniforme deportivo.

¿Teníamos ese uniforme? Revisé mi mochila por que en ningún momento había visto yo esa mierda, pero sí, ahí estaba. Un uniforme de deporte que yo nunca había empacado y que apareció de la nada en mi mochila. Qué bien.

Fuí a los vestidores en conjunto con las otras niñas, y como bendición caída del cielo, una de ellas decidió hablarme. La misma niña que había llegado última.

—Soy Ochako Uraraka. ¿Cómo te llamas? —me sonrío animadamente.

—María Fernández, pero puedes llamarme solo María. Un gusto —saludé de vuelta.

—¿María? —se unió a la conversación una más —. ¿Eres de México?

—No, no. De centroamérica. Pero no creo que conozcan el país —le respondí, empezando a sentirme más animada —. Se llama El Salvador.

—¿Sal...? —respondieron al unísono, confundidas.

Terminamos de cambiarnos y nos dirigimos al patio de la academia, recibiéndonos el maestro comentando que estábamos a punto de hacer un exámen de evaluación de singularidades. Empezó a dar su discursito que siempre los maestros dan cuando pasas de grado, o cuando cambias de ciclo. El típico: "aquí va a ser más serio, así que se tienen que portar como tal". Blah, blah, blah.

—El que quedó primero en el exámen práctico fue Bakugou, ¿verdad? —cuestionó el maestro.

Nuevamente hablaban de ese exámen, y las ganas de saber de qué puto exámen hablaban ya me habían consumido, por ende decidí interrumpirlo para preguntar, haciendo la voz más fuerte que pude, para evitar que está vez no me contestaran.

— ¿De qué exámen práctico habla?

— ¿No sabes? ¿A caso no entraste por recomendación? El exámen práctico solo lo hicieron aquellos que no fueron recomendados —habló una men alta y con el pelo amarrado en una cola.

—¿Recomendación? —me cuestioné. ¿No quiso decir por beca?

—Tú debes ser la estudiante de intercambio —se refirió a mí el maestro —. No hacía falta que hicieras esas pruebas. En tu caso se midió tu rendimiento antes de darte la beca —me explicó.

Eso quería decir que aquellas pruebas que me pidió hacer el director eran una prueba para esto. Pero, ¿tan fáciles debían ser? Me refiero a que, sí, esas pruebas demandaron un gasto enérgico mayor al que estoy acostumbrada, pero no era algo imposible. Teorizo que bien pudo haber sido por la diferencia de capital entre las academias de héroes allá y las de aquí en Japón. Quién sabe.

—¿Cuál fue tu mejor marca de lanzamiento de pelota en el colegio? —regresó su vista al pandillero, continuando con su explicación previa.

—Sesenta y siete metros —respondió este.

¡¿Sesenta y siete, y sin usar su particularidad?! ¿Es eso normal? Yo a penas he podido llegar a treinta y fue gracias a un viento místico.

—Intenta lanzando usando tu singularidad —le pidió el maestro.

El niño pasó al círculo que estaba ahí para lanzar la pelota. Él podía hacer lo que quisiera siempre y cuando no saliera del círculo. Y así hizo, al momento de lanzar la pelota añadió una explosión que le dió impulso al objeto, gritando "shine" como una especie de grito de guerra. Su puntaje fue de 705.2 metros. Los demás empezaron a hablar positivamente y con entusiasmo su interés en las pruebas, pero claro que el don seriedad no iba a permitir eso, y se dió otro discurso de que ser un héroe es más que solo diversión y que la muerte y destrucción nos iba a perseguir por el resto de nuestras vidas. Y, a ver, incluso si es la verdad, ¿tanto le cuesta decirlo de manera más sutil? Al final terminó amenazando con que el que quedara último luego de sumar los puntos de las ocho pruebas iba a ser expulsado definitivamente. Por la cara que tenía, no estaba bromeando. ¿En serio era capaz de hacer eso? Por obvias razones, muchas caras se tornaron en preocupación.

—Desastres naturales, grandes catástrofes y villanos egoístas. Calamidades cuya hora y lugar son impredecibles. En el Japón actual prevalece la injusticia. Los únicos que pueden actuar en esos casos son los héroes. Si esperaban un kinder y que les agarraramos la mano para escribir, están mal. En estos tres años, la U.A. no dejará de presionarlos. "Ve más allá; Plus Ultra". Deben dar todo lo que tienen —explicó el maestro.

Supe en ese momento que esto iba en serio. Incluso si durante mucho había sido mi sueño ser una heroína, no me había planteado seriamente la realidad de esta profesión. No me había puesto a pensar en cuánto esfuerzo le tendría que poner, cuánta sangre iba a derramar. Cuántas veces iba a frustrarme por mis fallos, y que posiblemente en algún momento moriría por culpa de algún pendejo con necesidad de ser salvado. La realidad no era solo convertirme en una luchadora excepcional, chetada hasta el culo, reventándoles la madre a los villanos por ahí, con muchos fans a mi alrededor. La realidad iba a ser eso, y más, tanto cosas negativas e inesperadamente perturbadoras, como cosas positivas que jamás hubiera creído tendría la oportunidad de experimentar.

.
.
.
.
.

¿Cómo están gente? Espero que la estén pasando bien. Ya se vienen estas primeritas pruebas de las que ni me acordaba sinceramente. Así que me ha tocado ver unos episodios para refrescarme la memoria. No se les olvide compartir, votar o comentar. Ahí lo que más les de la gana.

—Bellamy

Estudiante de Intercambio; bnhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora