If we're born again, if we love again.

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kaisoo/taekai.


JongIn no era el tipo de persona que ocultara muy bien sus emociones. Siempre había sido un hombre sensible, fuerte y apasionado, pero fácil de leer y de provocar, y la culpa estaba carcomiéndolo por dentro.

No sabía si KyungSoo fingía que esa culpa no existía o prefería esperar a que él hablara cuando estuviera listo, pero no él no se creía capaz de tal cosa, su pecho le dolía solo de pensar lo que tenía que enfrentar, se le hundía el estómago al recordar que le había fallado al mayor, lo había traicionado.

¿Cómo pudo haberlo hecho? Eso era lo que más le costaba contestar, si le decía a KyungSoo él se lo preguntaría, pero no tenía una respuesta que darle porque sencillamente nunca había considerado que su amor alguna vez fuera a cambiar, maldición cómo diablos había cambiado para comenzar.

Do KyungSoo era el sueño de Kim JongIn, cuando lo conoció le pareció aterrador con el ceño fruncido y los labios abultados, demasiado serio como para ser fácil de llevar, pero ocurrió. Eran similares, aunque detalles los separaran, ambos eran tímidos, les gustaba la comida del mismo barrio, música parecida, aunque Do no de la misma extravagancia que acompañaba a la vida de Kim, aun así, él había acompañado a JongIn a sus recitales, a sus talleres, a sus fiestas, maldición incluso a una clase que había dado un profesional siendo que el mayor tenía dos pies izquierdos y demasiada vergüenza, pero había ido, por él.

JongIn no recordaba exactamente cuando se enamoró, pero sabe que no fue de inmediato, tomó tiempo y detalles, al principio KyungSoo solo era una compañía agradable, luego se volvió indispensable, y las cosas amistosas que hacían comenzaron a volverse más pesadas en su alma y mente, las noches de películas, los domingos cocinando alguna tontería que vieron en un programa, o los viernes que Do salía antes del trabajo y lo acompañaba a su clase en la noche, no se quejaba a pesar de que iba a sentarse a verlo estirar y practicar la misma canción diez veces hasta que saliera como el EunkHyuk quería.

También estuvo el día que conoció a TaeMin.

Lee era familiar del profesor, había estado viviendo un tiempo en Japón, pero había vuelto luego de haber extrañado a su familia y estaba listo para impresionar, sus movimientos eran fluidos, el ritmo danzaba en su piel y era casi como si el baile estuviera ligado con su completa persona, JongIn había estado impresionado y había hablado de él sin parar, pero KyungSoo nunca había tenido una alarma de lo que pasaría, si era sincero, ni siquiera JongIn sabía que eso estaba por ocurrir.


Te lo jurooooo, hyung, es grandioso.

—No puede ser mejor que tú, sin embargo.

—No lo viste —recriminó enredando las manos en el cabello de KyungSoo, estaba sentado sobre su regazo como quien no quiere que le roben la atención, pero las suaves manos sobre su cintura le decían que Do no tenía la mente lejos, estaba centrado en él.

—No tengo porqué, eres el mejor.

—Eso lo dices porque te gusto.

—Bueno, quizá no soy un jurado de baile, pero no tengo que estar enamorado de ti para ver lo grandioso que eres.

—Pero lo estás.

goodbye puppy kisses - chansooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora