EPÍLOGO

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Forks, 2005

Dejo las flores en el jarrón y frunzo el ceño al escuchar el volvo de Edward tan temprano, llego a la puerta y justo abro la puerta cuando lo veo entrando como un huracán en casa, sube a su habitación, y saca una maleta del armario.

—¿Edward, estás bien? —Pregunto preocupada, nunca lo había visto de esta manera tan alterada y casi fuera de si. —¿Qué ha pasado?

—Tengo que irme, mamá. —Murmura en voz baja, y sé que suena preocupado, aunque una sonrisa logra escapar de mi rostro, como cada vez que me llama mamá, y eso que lo hace siempre que me habla, al igual que los demás, incluidos mis últimos hijos, Alice y Jasper, los cuales nos encontraron ellos a nosotros, queriendo unirse a nuestra familia. —Estábamos en el instituto, y una humana olía... Olía demasiado bien, por poco pierdo los papeles, no pensé que saldría viva de ahí.

—¿Has llamado a Carlisle? —Pregunto preocupada, Edward asiente y me abraza con fuerza, evidentemente preocupado, el control de Edward es excelente, y nunca le había pasado esto. —Bueno, me imagino que este abrazo es porque te vas.

—Volveré, mamá, pero ahora mismo necesito espacio para poder recuperar algo de control. —Dice, deja un beso en mi frente y se va con la maleta en la mano. Tengo ganas de llorar, pero rápidamente la puerta vuelve a abrirse y salgo corriendo para abrazar a Carlisle.

—Tranquila, tranquila. —Dice y me alza en brazos, nos besamos y luego dejo que me lleve al salón, se sienta en un sillón y me deja sobre su regazo para que me tranquilice un poco. —Edward estará bien, solo le ha afectado un poco la pequeña Swan.

—¿Pequeña Swan? —Pregunto enarcando una ceja, un poco confusa. ¿Swan? ¿Cómo el jefe de policía Swan?

—Oh si, Bella Swan. —Dice Carlisle con una sonrisa, besa mis labios y se ríe levemente, y se encoje de hombros.

—Seguro que acaban juntos, ya lo verás. —Digo de forma segura, pero Carlisle no parece muy seguro. —Bella será una de los nuestros.

—No creo que Edward acabe con ella, nunca se ha permitido ser feliz. —Dice Carlisle, y no puedo evitar reírme.

—Oh cielo, Bella será una Cullen.

Adiós, soledad |CARLISLE CULLEN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora