Adiós, soledad |CARLISLE CULLEN|

Capítulo 18

POV'S CARLISLE

Suspiro hondo sin la necesidad biológica de hacerlo, y subo las escaleras a paso humano, sabiendo que no puedo mentir a Margaret, de verdad que no puedo, pero no tengo otra opción, no quiero que lo descubra aún.

Toco a la puerta de nuestro cuarto y frunzo el ceño confundido al no recibir respuesta, abro la puerta y descubro que no hay nadie en la habitación.

—Edward. —Digo en tono normal, sabiendo que Edward puede... ¡Dios mío! ¿Y si ha escuchado lo que me dijo Edward momentos antes? —¿Escuchas su mente?

—No, pero creo que esto se ha liado más de lo que ya está, deberías habérselo dicho cuanto antes. —Dice Edward frunciendo el ceño, claramente está buscando los pensamientos de Margaret. —No la encuentro.

—¡Emmett! ¡Rosalie! —Exclamo y aparecen momentos después, mirándome con preocupación, saben lo que escondo y que ella no está. —Hay que encontrarla.

—Lo mejor es que Emmett y Rosalie busquen en el bosque, ya que no es aconsejable que lo hagan por donde hay humanos. —Dice Edward y asiento conforme. Mis hijos salen corriendo y Edward y yo comenzamos a buscar por nuestra calle.

Caminamos casi tres horas, pero sin que el cansancio llegue a nosotros, pero cuando estamos a punto de volver a casa para ver si hay noticias de Rosalie y Emmett, me quedo quieto y sé perfectamente donde está.

Corro hacia el hospital y llego en menos de un minuto con Edward delante de mí, pues es más rápido y sabe hacia donde me dirigía. Subo las escaleras rápidamente y llego a la planta donde sé que está Margaret, y no sé por qué sé dónde estaba.

Veo a Margaret viendo hacia una camilla y me acerco lentamente para ver a Margaret viendo dormir a Esme, sé que nunca la hará daño, pero no tengo ni idea que hace aquí.

—¿Qué tiene ella que yo no? —Pregunta Margaret con la voz totalmente teñida en la pena y en el dolor.