Han pasado unos meses desde que conseguimos vencer a Majin Boo. Kakaroto, o como todo el mundo le llama, Goku, a petición de su esposa, o más bien le obligó, está trabajando en el campo y entrenando a escondidas. Vegeta simplemente se dedica a entrenar día sí y día también con el objetivo de superar a Kakaroto, así que yo por el momento no tengo nada que hacer en casa de mi cuñada Bulma. Desde que Vegeta y yo llegamos al planeta tierra en busca de las esferas del dragón nunca nos hemos separado, siempre aparecían enemigos nuevos contra los que pelear, por lo que prácticamente vivo con mi hermano Vegeta y Bulma. Por el momento parece que las cosas están tranquilas así que ha llegado el momento de que me marche y siga mi vida hasta que otro enemigo vuelva a aparecer, no puedo estar siempre en casa de Bulma, aunque ella insista en que hay espacio de sobra, que me marche también será una buena oportunidad para entrenar y vivir nuevas aventuras.
-¡¿Cómo que te marchas insecto?!- Me dijo, o mejor dicho me gritó Vegeta.
Parece ser que no se le veía muy contento con la noticia que acababa de darle.
-Ay Vegeta ya hemos tenido esta discusión, me marcho por un tiempo para entrenar y seguir mi vida, no puedo estar con Bulma y contigo para siempre.- No era la primera vez que le decía esto a mi hermano, cuando se lo dije la anterior vez prácticamente no quiso escucharme y me dejó hablando sola, pero esta vez si que me va escuchar ya que me marcho ahora mismo.
-Pero Suka porqué te marchas, si el motivo por el que te vas es por que piensas que molestas no es así, la casa es muy grande y eres nuestra familia, quédate.- Me rogó Bulma. Parece ser que ha escuchado el grito de Vegeta y a venido a ver que sucedía. Con ella he establecido una amistad a lo lago de los años, se ha convertido en mi mejor amiga y la quiero como a una hermana, y sé que para ella significo lo mismo.
-Ya sé que no molesto Bulma, pero tengo que seguir mi vida y dejar que vosotros hagáis la vuestra, no puedo estar siempre con vosotros.- Estoy completamente segura de mi decisión y no iban a conseguir que cambie de parecer.
-Pero Trunks te echará mucho de menos- Ay Bulma con que intentando chantajearme, ¿eh?.
- Lo siento Bulma, pero intentar hacerme sentir mal no va a evitar que me vaya, prometo que vendré a visitar a Trunks mínimo una vez al mes, así no me echará de menos.- Cuando dije esto Bulma suspiró y aceptó sin más reproches mi decisión.
-Pues yo no entiendo porqué te vas, aquí puedes entrenar en la maquina de gravedad, ¿O es que quieres ser mas fuerte que yo?.- Vegeta me miró de brazos cruzados y lanzándome una mirada inquisidora. Obviamente quiero ser más fuerte que él, y lo voy a conseguir. Después de todo soy una Saiyajin de clase alta, no me voy a quedar de brazos cruzados mientras esos dos suben su nivel de pelea sin parar.
-Es que acaso olvidas que yo también soy una Saiyajin, Vegeta. No voy a permitir que ni Kakaroto ni tu me superéis.- Dije orgullosamente mientras levantaba mi barbilla en signo de superioridad.
-Maldita insecta no me mires como si fueras superior a mi. Siendo de la raza Saiyajin y de la realeza eres muy poco orgullosa, pero respecto a las peleas tu orgullo es igual al mío así que no me extraña que quieras entrenar sola.- Eso era cierto, cuando vivíamos en el planeta Vegita, aun siendo muy pequeña todos me conocían por ser una princesa amable, y eso les sorprendía a todos, sólo aparecía mi orgullo característico de los Saiyajin a la hora de pelear, y por supuesto también tenía esa pasión por entrenar y ser cada vez más fuerte. Gracias a mi amabilidad conseguí hacerme amiga de Kakaroto y los demás antes que Vegeta.
-Efectivamente, me alegra que lo aceptes Vegeta, que sepas que te voy a echar mucho de menos.- Y eso era cierto, nunca antes nos habíamos separado, cuando estábamos bajo las órdenes de Freezer los dos hacíamos las misiones juntos, la verdad que si lo iba a extrañar mucho.
-¡hmp!- Vegeta emitió ese característico gruñido suyo mientras me giraba la cabeza. Eso me hizo sonreír ya que significaba que él también me iba a echar de menos. Sabiendo que se iba a apartar, me lancé sobre él y le dí un fuerte abrazo mientras sonreía con una risa malvada, esa sería mi jugarreta de despedida hasta que nos volviéramos a ver.
-¡Aparta y vete ya!.- Aunque se hubiera apartado tardó más de la cuenta en hacerlo, a mi no me engañaba.
-Hasta luego, Bulma- Dicho esto me fui volando sin un rumbo fijo, que fuera el destino el que me dijera a donde ir.
No me quise despedir de Trunks, él aún es pequeño y sobre todo muy apegado a mí, lo quiero con toda mi alma por lo que siempre jugamos juntos y lo llevo al parque de diversiones. Lo más seguro es que me hubiera insistido tanto en que me quede que lo tendría que haber acabado haciendo, ese niño es muy insistente cuando se lo propone. Cuando vaya a visitarlo se lo compensaré, nunca puede estar enfadado conmigo por mucho tiempo.
Me distraje tanto en mis pensamientos que en cuanto me di cuenta ya era de noche, me fui por la tarde de la Corporación Capsula así que habré estado tres horas volando sin rumbo fijo. A lo lejos vi una isla que parecía estar deshabitada, es perfecta para pasar la noche sin que nadie me moleste y poder entrenar un poco mañana. Sin más bajé y me puse a buscar alguna especie de cueva en la que poder resguardarme, no es que tuviera frío pero tampoco me apetecía dormir en cualquier sitio. Media hora después había encontrado una cueva no muy profunda perfecta para dormir, sin más me eché en el suelo con los brazos en la cabeza.
Me había fijado que en esta isla habitan especies un tanto extrañas, eso me recordaba a la época en la que Vegeta y yo conquistábamos planetas. He hecho cosas malas al igual que mi hermano, en menor cantidad pero las he hecho, aunque sea de carácter amable y buena con los demás, eso no quita que sea una Saiyajin criada por Saiyajines después de todo, contradictorio, ¿verdad?. Dejémoslo en un soy amable con la gente que debo serlo, no como Kakaroto, ay ese tonto es bueno hasta con el ser más despreciable, pero que sea así ha hecho que le coja también mucho cariño, lo considero mi hermano.
Después de vagar por mis pensamientos unos minutos me puse sobre un costado y me dispuse a dormir, bajando mi ki al mínimo como tenía de costumbre. Esa costumbre la adquirí cuando conquistaba planetas, algunos nos llevaban una semana o más y no me podía permitir que el enemigo me encotrara por un error tan inútil como ese. Sin más cerré los ojos hasta el día siguiente.
A la mañana siguiente, con los primeros rayos de sol me levanté y me puse a entrenar, no debía de perder el tiempo seguro que Kakaroto y Vegeta estaban entrenando, por nada del mundo iba a dejar que me superaran. Mi nivel era casi el mismo que el de vegeta, pero él siempre me conseguía superar por un poco, eso debía cambiar. Y ya ni hablar de Kakaroto, ese cabeza hueca no se como lo hacía que cuando Vegeta y yo le conseguíamos alcanzar, él se volvía a alejar, algún día seré más fuerte que esos dos.
Lanzaba puñetazos y patadas al aire como si hubiera un enemigo real enfrente mío, pero de repente sentí una energía aproximarse a mí, la esquive sin problema y me giré para ver quien me había lanzado un ataque como ese, una persona normal y corriente no era eso estaba más que claro.
-¿Número 17?.- Estaba muy sorprendida de verlo ahí, hacía por lo menos 8 años que no lo veía, desde que Cell murió. Obviamente está igual que en ese entonces, no había cambiado ni una pizca.
-¿Suka?.- Él estaba igual de sorprendido que yo, bajo lentamente el brazo con el que me había lanzado la energía y se quedó mirándome fijamente.
Espero que os haya gustado este primer capítulo, si es así dejad vuestro voto para saberlo y comentad si queréis. Mi idea es hacer los capítulos bastante largos, este lo he dejado más corto por ser el primero pero en los próximos habrá mucho que contar. Si la historia consigue apoyo escribiré hasta el final del torneo del poder, lo que viene siendo todo Dragon Ball Super, a mi manera obviamente no igual, así que espero vuestros votos, si no la acabaré antes de llegar al torneo del poder. ¡Nos vemos!
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Desafiando las normas (Whis x OC)
FanficLos ángeles son reconocidos como seres neutrales, no pueden objetar sobre las decisiones que toman sus discípulos, mejor conocidos como los dioses de la destrucción. Los ángeles llevan a cabo la tarea de ser maestros y ayudantes de dichos dioses, po...