CAPÍTULO 1

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Era viernes, 4:00 pm. Degustaba un delicioso té de cerezo en el jardín de su casa, mientras sentía el viento rozar su tez, era un día soñado, el sol brillaba, los pájaros aún cantaban. La sensación en el ambiente era de calma, tanta, que perdió la noción del tiempo. Por un momento, se detuvo a pensar las veces en que había visto a sus amigos tratar de confesar los sentimientos que albergaban en sus corazones y preguntarse si serían capaces de expresarlos a sus personas amadas, las veces que habían intentado descifrarlos y las otras en las que habían logrado su cometido.

Teniendo eso en mente, se dio cuenta de lo sola que estaba; a pesar de contar con la compañía de personas maravillosas en su vida, como la pequeña Sakura, el joven Li, Naoko, Rika y Chiharu, sentía que algo le faltaba; había un vacío en su corazón.

Por días, semanas o tal vez meses, sonreía ante la presencia de los demás, se obligó a ocultar la tristeza que sentía para evitar ser un problema, pues consideraba que cada persona llevaba a cuestas su propia carga, y sumarle una adicional sería un acto egoísta de su parte.


Era 6 de febrero, caminaba por la avenida, inmersa en sus pensamientos, contaba los pasos que le restaban para llegar a su destino; llegar al lugar ya no era importante, estaba perdiendo el gusto por las cosas que tiempo atrás le hacían feliz. En ese momento, alguien chocó fuertemente contra ella, todo pasó muy rápido, cuando reaccionó se encontraba en el suelo, sus manos y rodillas estaban lastimadas, enfocó su mirada hacia el chico, que apresurado, continuó su camino. Una persona muy descortés, se podría decir. No tuvo contemplación con la joven que había lastimado.

Días después de lo acontecido, la joven Daidouji se recuperaba en casa de las heridas causadas por el accidente. Deseó no volver a encontrase a ese joven, aunque no podía dejar de pensar en sus ojos, sus expresivos ojos negros. Sin embargo, el sentimiento de ira era más grande que el de la atracción, se prometió a si misma darle su merecido si volvía a coincidir con esa persona en otra ocasión.

***

La pequeña Sakura, estuvo al pendiente de las necesidades de Tomoyo, pues esta última había estado para ella en todo momento, más que su amiga y prima en segundo grado, era casi cómo su hermana, notó que en los últimos meses había un aura oscura sobre ella, por lo que trató de mantener su mente ocupada en diferentes actividades.

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