Capitulo 2: ... El héroe que...

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Estaba preparado. Rexar sentía que estaba preparado. Se puso en posición de combate y empezó a correr por el campo de entrenamiento. Empezó a esquivar las flechas y proyectiles lanzadas por los arqueros. Tumbo al suelo a todos los guerreros que se pusieron en su recorrido. Atravesó todas la trampas de fuego y de hachas mientras seguía avanzando por los salientes de piedra que habían en la piscina de agua. Todo fue bien hasta que un Trol, invocado con magia, le paro los pies de un solo golpe. Y mientras intentaba levantarse, se podía escuchar claramente a su entrenador:

-¡Mal! ¡Lo has hecho mal! ¡Es una criatura del doble de tu tamaño! ¡Primero esquiva, y luego aprovecha para atacarle por la espalda!

-Lo siento, Zeref. No me esperaba que utilizases la magia de Lunius para invocar a un trol.

-¿Y acaso piensas, que todas las batallas que enmendaras, no tendrán nada imprevisible? Da igual, has terminado por hoy. Descansa o haz lo que quieras… ¡Lunius! ¡Deshazte del trol!

-¡Mi magia no esta hecha para desaprovecharla de esta manera!

Al instante que Lunius recito unas palabras en su mente, el trol se volvió polvo, polvo que se llevaría el tiempo. Rexar un poco deprimido por el fallo en el entrenamiento y las duras quejas de Zeref, decidió volver a su dormitorio. Entonces se choco con Jaegar.

-¡Lo siento mi rey! ¡Ha sido un accidente! Disculpad pero tengo que irme…-dijo Rexar mientras intento seguir avanzando.

-¡Rexar! ¡Quieto ahí!

Rexar al escuchar la orden no tuvo mas opción que quedarse quieto en el lugar donde se quedo.

-Quiero que te des la vuelta y me mires a los ojos.

Y Rexar, se dio la vuelta y le miro los ojos, haciendo que Jaegar se diera cuenta de su depresión.

-Has vuelto a fallar justo al final de las pruebas de tu entrenamiento ¿verdad?

-Si, mi rey.

-Realmente no deberías de tomártelo a pecho todo lo que te dice Zeref. El te Regaña y te pone entrenamientos tan duros porque ve en ti, que eres un guerrero nato. Un verdadero héroe que solo se tiene que pulir. Además ¿Realmente crees que alguno de los demás soldados pueden pasar la mitad de las pruebas que puedes pasar tu?

-¡Pero ellos en el fondo son gente corriente! Yo soy un héroe decidido por el destino, y La mayor parte de los peligros que correré no tienen comparación con los que ellos correrán.

-Y precisamente por ello, Zeref te aumenta en cada intento la dificultad del desafío. No quiere que mueras, sin si quiera haber llegado a las puertas de tu destino.

Pero Rexar dejo de Escucharle para seguir su camino hasta su dormitorio. Empezó a reflexionar sobre todo lo hablado con Jaegar, hasta que abrió la puerta de su dormitorio, y encontró a Zeref esperándole apoyado en el escritorio.

-Por fin has llegado ¿Te han intentado atracar o algo?- le dijo Zeref cuando entró. -Ven, acércate. Tengo un regalo para ti.

Zeref se sentó a un lado de la cama y le hizo por gestos que se sentara a su lado, mientras miraban el paisaje por la ventana. Una vez Rexar se sentó, Zeref dijo:

-¿No te parece increíble? ¿Cuántos años han pasado desde que te recogimos? ¿10 tal vez? Aun me acuerdo de la primera vez que te vi. Solo eras un chico con algunos rasguños y la marca del héroe pintada en tus carnes.

-Si. Y en aquel entonces no querías entrenarme- dijo Rexar con una sonrisa en su cara

-Ciertamente no quiero entrenarte ni ahora mismo.- le respondió de broma Zeref. –El rey Jaegar, insistió en que yo te entrenara, pues él, al igual que el resto veía posibilidades en que tú fueras el héroe de la leyenda, posibilidades en que pudieras cumplir tu destino. Pero realmente han pasado los años. Tú ya no eres ese crio, y yo no soy ya ese gran guerrero que era antes. Y como se que algún día, tendrás que ir a cumplir tu destino, quería regalarte esto.

Zeref saco del bolsillo un libro, que Rexar cogió, abrió y pregunto por él.

-En ese libro esta escrito todo lo que tienes que saber sobre todos los seres y criaturas que encontraras por tus aventuras. Puntos débiles, puntos fuertes, carácter general, acciones recomendadas al encontrarse con ellas…

-Pero este libro es demasiado valioso…

-Es el único que hay en la tierra. Y te lo estoy regalando porque confío plenamente en ti sabiendo que sabrás apreciarlo y usarlo.

Zeref se fue de su habitación y Rexar empezó a mirar ese libro y toda la información que había en el. Hasta que vio a una criatura súper extraña y única. Parecía una especie de Pantera gigante, de 3 cabezas y una cola con forma de guadaña, que parecía muy afilada. En su descripción decía que era una criatura legendaria y única en su especie. su cola es lo suficientemente afilada como para cortar el acero, he incluso la piedra, pero que lo mas peligroso de ella, es que al ser mordido, puedes perder toda esperanza de sobrevivir ya que inyecta un veneno demoniaco letal, que tarda un par de minutos en matar a sus victimas. Entonces, sonó la alarma en el reino, lo que daría lugar a que Rexar pasase de su sueño a una pesadilla, si no fuera porque le desperté a la mañana siguiente…  

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