Abogados, bizcochos y peces voladores.

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Los personajes de Saint Seiya no me pertenecen, son propiedad del genial Masami Kurumada. Los personajes extras como el buen Adalgiso o la oficial y similares sí son de mi pertenencia ^^. Disfruten el fic.

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Lecciones de manejo

Abogados, bizcochos y peces voladores.

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Valiant anaranjado, barrio residencial...

- Adiós bombón ¿a qué horas sales por el pan?

-¡Milo mira al frente! –Hyoga le exigió que mirara al camino, pero no pasaba ni media cuadra cuando Milo se distraía con otra mujer.

- Tranquilo pato, sí vengo prestando atenci- ¡Hoooolaa belleza!, ¿te gustaría un hombre con automóvil? –y por ir volteando a coquetear con a la rubia...

- ¡Milo, Los bizcochos!

- ¿Nenas? ¡¿Dónde?!

El coche terminó metiéndose a una panadería, por suerte estaba cerrada al público y los trabajadores estaban al fondo en la zona de hornos.

El parabrisas quedó lleno de betún y crema pastelera, además de muchas donas. Pan regado por todos lados y una vidriera destruida.

Ambos hombres miraban impávidos hacia adelante, procesando lo que acaba de pasar.

- Es... suficiente... ¡Me largo! –Hyoga soltó su cinturón de seguridad muy molesto y bajó del auto.

Al abrir la puerta un pastel que estaba en el toldo le cayó de lleno en la cabeza dejando la rubia cabellera cubierta de betún blanco.

- ¡Aarrgh! ¡Esto es un desastre! ¡Comienzo a pensar que mi maestro Camus lo hizo a propósito!. Me la da impresión... de que de verdad no me quiere –entre rabia y sentimiento, el cisne apretaba los dientes sin saber si llorar o encabritarse más. ¡Pero ese embustero de Acuario lo iba a escuchar al llegar al santuario!

A Camus le entró de repente un ataque de estornudos y estaba seguro que no eran por el frio de su casa.

Milo bajó también, muy asustado por lo que había hecho y pese a que un montón de pastelitos rellenos le cayeron encima dejando su cabello de mil colores, el griego corrió a ver que no hubiera personas heridas. Una vez hubo comprobado que los únicos caídos eran los panes se relajó. Pero el dueño del lugar se apareció para acabar con su tranquilidad recién recuperada.

- ¡Por San Donisio!

- Querrá decir Dionisio –corrigió Milo con una sonrisilla.

- ¡No muchacho idiota! Por San Donisio, el santo patrono de las Donas ¿¡Qué han hecho con mi hermosa panadería par de patanes?!

- A mí no me meta, yo no venía conduciendo –el cisne estaba muy serio cruzado de brazos mirando asesinamente a Milo.

Al escuchar esto el Panadero mayor se dirigió a Milo y tomándolo por la camisa lo encaró.

- ¡Patán de patanes! ¡¿Quién ha sido el blasfemo que te dio un auto para pedir por la perdición de su alma?! ¡Has destrozado el santo legado de mis tatarabuelos!

- ¿Ta-tatarabuelos?

- ¿Qué no ves el letrero? –ambos hombres voltearon a ver.

Panadería El tesorito de Grecia haciendo el mejor pan de Athenas desde 1889

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